El magazine y su blog
están en plena evolución. Ya hemos decidido cambiar en el blog las entradas de
las secciones semanales, ofreciendo en una misma entrada “Meditación: el arte
de recordar quién eres” (Osho), “Humor” y “Tai Chi en el parque” (Marcela
Thesz), y conservando una entrada aparte para “Artículos del archivo Nei Dan”. Feliz
solsticio de verano.
En nuestra sección
“Videos de la Quincena: Tai Chi”, les traemos Gran Maestro Sun Lutang
(1860-1933). Colaboraciones: “Automasaje Chi Kung”.
En este
Magazine No. 537, les traemos, además de las secciones semanales y quincenales
habituales, la sección mensual “El sanador interno” (Adaliz Buitriago), con el
texto: “El movimiento Tierra según la Medicina Tradicional China. Breves notas
para la reflexión”.
En la sección “Artículos”
traemos el texto “Sils María, la niebla y el tiempo” (Redrum
Blues).
En la sección
“Artículos del Archivo Nei Dan” traemos nuevamente el texto “El beneficio fundamental supremo del T’ai Chi” (Bill Douglas).
LOS PROFESORES HERNANI JIMÉNEZ Y ROBERTO CHACÓN (Nei Wai-Jia Venezuela) estarán en el programa de TV EL MENSAJERO DE LA LUZ, que conduce el astrólogo Douglas Bernal. Canal: VENEVISIÓN. Día: Miércoles 29 de junio. Hora: 8:00 AM y 8:30 AM canal HD. Información: http://www.venevision.com/mensajero-de-luz
Julio: Domingo 03 / 11:00 AM a 12 M. Taller de Tui Shou deportivo (Profesores Roberto Chacón y Hernani Jiménez).
OTRAS NOTICIAS
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La serpiente de Maloja es un fenómeno climatológico exclusivo
de una pequeña población de los Alpes, Maloja, situada en la zona de Sils María.
Se trata de unas nubes extrañas que descienden por debajo de las cumbres de las
montañas, casi atravesando los valles y formando una capa espesa de masa blanca
similar a la forma de un reptil que se va alargando por el interior del valle. Este
fenómeno fue captado en el año 1924 por el documentalista Arnold Fanck en el documental
“Das Walkenphänomen vom Maloja”. La obra
de este pionero es desconocida en parte por su singularidad, pero sobre todo por
su colaboración abierta con la propaganda nazi. Los fenómenos atmosféricos son como
las emociones. O más bien al revés, las emociones son fenómenos atmosféricos, que
del mismo modo que la serpiente de Maloja, nos acechan, se alargan a través de nosotros,
nos atraviesan, anticipan sucesos y desaparecen. En este caso la llegada de la serpiente
es identificada por los habitantes del lugar con la llegada del mal tiempo, del
invierno. Algo que el hombre contemporáneo ha convertido en un presagio de malos
tiempos, de desgracias. La niebla enturbia la mirada y distorsiona las coordenadas
del espacio y tiempo, donde parecía que caminábamos recto lo hacíamos torcido, el
atajo era en realidad un pesado camino, y el camino de llegada era y es siempre
un camino de regreso.
A una conclusión parecida llegó Nietzsche cuando escribió, precisamente
envuelto de las nubes de Sils María, su teoría del eterno retorno. Una encuesta
etnográfica realizada en el año 2010 demostraba que una de las cuestiones que más
preocupaba a los estudiantes respecto a los temas que estudian en su formación escolar
es si la historia se repite. Hay quien cree que lo que Nietzsche quiso decir fue
que el ser humano siempre regresa a su punto original, pero la reflexión se extendía
a un sentido colectivo. Por encima de las nubes de Sils María Nietzsche creyó comprender,
en un episodio de inspiración febril, que el camino que realiza el ser humano por
el deambular de los siglos es siempre el mismo, circular y tendente a repetirse
una y otra vez sin posibilidad de escapatoria, como si la historia estuviese contagiada
de una niebla perpetua que confunde principios y finales, finales y principios.
La película de Olivier Assayas “Las nubes de Sils María” es
la historia de dos personajes, que a la vez son dos actrices, dos tiempos (el tiempo
acabado simbolizado en el nombre de la actriz adulta Maria Enders, y el tiempo valiente
de la joven ayudante Valentine) y dos maneras de entender la cultura (la alta cultura
francesa encarnada por Juliette Binoche, y la cultura popular y el fenómeno viral
de la que es heredera Kristen Stewartt). Pero sobre todo, “Las nubes de Sils María”
es una historia sobre cómo esos personajes quedan afectados por un determinado estado
atmosférico que son las propias nubes del lugar, el texto teatral que ensayan, la
araña que se cierne sobre sus propias vidas mezclando presente y el futuro, la realidad
y la ficción en un único tiempo; el no tiempo, en un único espacio; el discurso;
y en un único personaje: un sólo ser: la actriz, en dos momentos distintos de su
vida, la historia es destino.
Densa y confusa como la niebla que contienen sus imágenes, como
si cada palabra de su texto pesara, la película disecciona las inseguridades y las
heridas de esa cronología, del tiempo joven y el tiempo maduro en una corriente
unida por la serpiente, que teje el círculo de la espiral perpetua.
¿Este es un mundo en el que ya no hay sitio para quien decide
vivir ajeno a su tiempo? Algo que también se planteó el propio Nietzsche en “Consideraciones
Intempestivas” cuando afirmaba que para “ver” el tiempo presente es quizás necesario
estar un poco desencajado de él, ajeno a él, no implicarse en su ritmo febril, sorprenderse
ante su aceleración histérica, resguardarse de sus ruidos fugaces ¿Se puede vivir
en “la nada” como el personaje interpretado por Juliette Binoche? ¿Somos el resultado
de nuestras propias profecías?
Iba pensando en todo esto a la salida del cine, cuando sin darme
cuenta me di de bruces con el portal de su casa, o el portal que había sido su casa,
o el portal de la casa de sus padres, porque la verdad es que hace ya años que no
sé dónde vive. Pero recordaba ese portal y esa casa porque hay itinerarios de las
ciudades que una esquiva, evita o celebra. Y en mitad de esa noche de verano, vi
las nubes pegarse al asfalto de la calle con una humedad dudosa y vi extenderse
silenciosamente la serpiente de Maloja a lo largo de desiertas avenidas de palmeras
donde una vez fuimos niños y fuimos adolescentes y fuimos felices de una manera
destructiva y antisocial pero al fin y al cabo, nuestra. Porque entre nosotros y
nosotros mismos la vida nos obliga a ir superponiendo capas, capas de gestos forzados,
capas disimuladas, capas de deberes cumplidos, capas de niebla incrustada, bajas
presiones ajenas. Sólo entonces me di cuenta de que hacía mucho rato que ya no pensaba
en la película y que estaba sentada llorando, en el bordillo de un portal. No todos
tenemos los Alpes a nuestro alcance.
*Nota del Editor: Una mañana de mayo estaba en el Club Asturiano,
donde imparto clases de Tai Chi y Chi Kung a las personas del Centro de Día.
Desde allí, el panorama de la ciudad de Caracas y de la montaña El Ávila es
impresionante. En ese momento, una larga nube blanca en forma de dragón
engalanaba misteriosamente las laderas del señorial monte. Pensé en las formas
de las nubes que se encaprichan con nuestro Warairarepano. Algunas parecen
bufandas de gruesa lana, pañuelos de encaje, e, incluso, femeninas boas. Otras,
capuchas, chalecos, collares, serpientes que se deslizan o enroscan, velos de
novia, rebaños de animales fantásticos, y a veces, como en los comic, nubes que
son como globos sin diálogos, pensamientos vacíos, frases inefables con las
cuales la montaña expresa sus enigmas y misterios. ¿Qué relación tendrán esas
nubes con nuestro temperamento? Si los dioses escriben en el cielo con la
efímera tinta de las nubes, ¿qué nos estarán diciendo? ¿Qué revelarán de
nuestros sueños y pesares? El ojo es la ventana del alma, pero el alma es el
espejo del cielo.
Con aquel dragón flotando, casi echado sobre su pecho, el
Ávila parecía una pintura taoísta sobre montes misteriosos, nubes y alientos
vivificadores. Por supuesto, en días con menos sol y más brumosos, con la
montaña semi oculta bajo el manto de nubes y niebla, el Ávila se convierte realmente
en uno de esos montes enigmáticos tan propios del paisaje chino. En el instante
de la contemplación, casi sin pensarlo, me vi haciendo “Manos como nubes”…, una
sencilla reverencia. Al llegar a casa, encendí la TV, y, sin buscar con el
control, simplemente apareció una película que comenzaba. Se trataba de Las nubes de María. Eso es lo que llaman
sincronía. ARTÍCULO DEL No. ANTERIOR
EL MOVIMIENTO TIERRA
SEGÚN LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA
BREVES NOTAS PARA LA
REFLEXIÓN
La tierra es uno de los cinco movimientos que contempla el
ciclo generacional de la Medicina Tradicional China (MTCh). Observando las
características los cinco elementos de la naturaleza: metal, agua, madera, fuego
y tierra, la MTCh plantea un modelo de generación, interrelación y control
energético que marca nuestro ciclo vital.
La tierra se caracteriza por su estabilidad, nos procura un
suelo donde asentar y construir, unos cimientos. La tierra nutre y alimenta, al
plantar una semilla vemos como brota una planta con la que podemos
alimentarnos, también podemos deducir de la misma observación que la tierra
concibe.
Dentro de nuestro organismo los órganos y víscera asociados
al movimiento Tierra (bazo – páncreas y estómago) se encargan de recibir los
alimentos, digerirlos y extraer de ellos los nutrientes necesarios para nuestro
cuerpo. En este sentido, la función digestiva depende directamente de la Tierra
y por tanto todo lo relacionado con el crecimiento, el desarrollo y la
fortaleza para afrontar el día a día.
Sin embargo cabe destacar que así como la tierra en la
naturaleza recibe la semilla y la hace germinar, en nuestro organismo todas las
funciones reproductoras y gestantes están directamente relacionadas con este
movimiento energético. Al respecto profundizaremos un poco más, en ciertas
particularidades de cada uno de los movimientos de la MTCh, en futuras entregas
de El sanador Interno.
Desde una perspectiva física, la Tierra está relacionada
con los elementos de sostén del cuerpo: ligamentos y fáscias. Cuando tierra está
débil las articulaciones se vuelven hiperlaxas (inestables), las fáscias
(envolturas de los órganos) se debilitan, la piel pierde tono apareciendo
estrías y celulitis.
Esto también se puede extrapolar a la esfera psico
emocional, una tierra demasiado fuerte nos hace mentalmente obsesivos, al
contrario una tierra muy débil nos hace mentalmente muy distraídos, porque nos
estamos centrados.
Desde una perspectiva psicológica las personas en las que
predomina este movimiento de energía se caracterizan por ser tranquilos,
calmados, dulces y amables; amantes de la paz siempre se esfuerzan por eliminar
los conflictos y crear lazos entre las personas.
Se preocupan mucho por todo y pueden presentar tendencias a
darle muchas vueltas mentales a las cosas. Cuando la tierra es demasiado fuerte
puede hacer que esa preocupación se convierta en obsesión.
En nuestra próxima entrega de El Sanador Interno, profundizaremos un poco en cuanto a la relación
del movimiento Tierra con los demás movimientos de la MTCh, y en cómo podemos
ayudarnos a través del ideograma de Centro a cultivar y mantener la armonía de
nuestro dinamismo interno.
Por Bill Douglas,
fundador del Día Mundial del Tai Chi y el Chikung
El nombre “Fundamento Supremo”
por el que se conoce al T’ai Chi, otorga una visión a la vez profunda e
ilimitada. Se habla mucho de sus beneficios para la salud mental y física de
los individuos, pero ¿qué acerca de su mayor potencial, de su propósito
fundamental supremo? Para un mundo agobiado por el peso de la explosión
poblacional, por el entorno exigente y por el ruido ensordecedor de la era de la
información, el taichi puede ofrecer mucho más que los beneficios que
corrientemente se exponen. Puede ayudar al mundo a seguir adelante hacia un
futuro que se anticipa precario, y no porque los maestros de taichi tengan las
respuestas, sino porque puede ayudar al mundo a abrirse a sus propias
respuestas. Sin embargo, aún cuando los maestros no tienen la responsabilidad
de esas respuestas, sus enseñanzas pueden ser enormemente enaltecidas si toman
en consideración lo que es la mayor promesa del taichi.
El taichi “no nos arregla”,
simplemente nos capacita para que permitamos que se vaya el peor de nuestros
funcionamientos errados, que es la inhabilidad para dejar ir todo lo que no es
saludable o útil en nuestras vidas. Internamente sentimos el bloqueo de la
energía como si fuera estrés. Lo que causa el bloqueo es nuestro aferrarnos a
lo que ya no es útil, ya sea un pensamiento o un sentimiento. Imaginemos un río
cambiante que fluye constantemente hacia nosotros, mientras tratamos de
aferrarnos al pasado o a los viejos modos; el río necesariamente nos golpearía.
Sin embargo, si dejamos que se vaya la roca del pasado y aprendemos a fluir, o
a surfear con la fuerza del cambio que va hacia el futuro, podemos prosperar
con esa fuerza y no ser destruidos sino elevados por ella. El taichi lubrica
nuestra habilidad para fluir con el cambio de manera que podamos aprender a
surfear hacia el futuro con energía y menor daño. La incomodidad y la
enfermedad, personal, ambiental o social, son el resultado de quedarnos paralizados
de forma tal que impedimos que el cambio inevitable fluya a través de nosotros.
La energía que fluye a través del mundo también fluye a través de nosotros, y
la incomodidad o la enfermedad que internamente sentimos cuando bloqueamos la
energía, también son sentidos por el mundo cuando éste se empeña en luchar
contra los cambios ineluctables.
Nunca antes el mundo había
necesitado con mayor desesperación ese efecto lubricante. Los tiempos modernos
nos exigen volverlos extremadamente fluidos en nuestra manera de vivir, a
medida que el cambio social se mueve a un paso ensordecedor. Bill Joy,
científico jefe de Sun Microsystems dijo recientemente que con el comienzo de
la era de la información, el cambio no sólo se duplica sino que se duplica
exponencialmente cada dieciocho meses, al tanto que la investigación
psicológica muestra que el cambio, aún el positivo, es estresante. El setenta
por ciento de todas las enfermedades, de acuerdo con el Instituto Nacional de
Salud Mental, es debido al estrés, pero en realidad el problema está en nuestra
incapacidad para adaptarnos al cambio. Por lo tanto, si la práctica del taichi
estuviera más ampliamente difundida, podría ahorrársele a la sociedad americana
setecientos mil millones de dólares en enfermedades evitables. Las
consecuencias de esta crisis debería empujarnos hacia las oportunidades del
taichi.
En chino, la palabra crisis se
compone de dos caracteres: “peligro” y “oportunidad”, significando que la
crisis envuelve peligro pero también oportunidad para el crecimiento; es decir,
el peligro del estrés moderno le da al mundo tal oportunidad. La expansión del
taichi en todo el planeta puede literalmente cambiar al mundo. En la medida en
que corporaciones, hospitales, escuelas y aún prisiones adoptan el taichi para
ayudar a las personas a enfrentarse al estrés del cambio vertiginoso, algo
profundo está ocurriendo, pues así como el aquietamiento de la mente que brinda
la práctica del taichi nos estimula a comer más sanamente, a mejorar nuestros
patrones de sueño y nuestros hábitos personales, también el taichi mueve a la
sociedad hacia cambios saludables. Cuando es practicado en corporaciones,
hospitales, escuelas y prisiones a través de todo el mundo, el taichi afecta
las decisiones que crean nuestra economía futura, nuestro entorno y al gobierno
y encamina a la sociedad en todos sus niveles, por caminos más saludables y
compasivos, de la misma forma en que ocurre en la vida personal de cada
practicante de taichi.
El autor: Bill Douglas es un experto en Tai Chi, coautor de
varios libros, incluyendo un best seller: Guía
de Tai Chi y Qigong para el idiota perfecto. Es autor del libro Cómo ser un exitoso profesor de Tai Chi.
Contáctelo en http://www.worldtaichiday.org/
(Traducción: María Margarita López)
“Sun Lu Tang nació pobre y físicamente débil, era hijo de
un pobre granjero. Aunque era muy pobre, el padre de Sun cambiaba los productos
cosechaba por la educación de Sun. Sun era un niño muy inteligente y progresó
rápidamente en sus estudios. Desgraciadamente, sólo pudo estudiar durante unos
años. Debido a una mala cosecha, su padre no pudo permitirse el lujo de dejarle
continuar los estudios y a causa del Impuesto Imperial, se vio obligado a
vender todo lo que tenía. Y para empeorar la situación, murió poco después.
Tan pobres eran Sun y su madre que al final, su madre tuvo
que pedirle a un hombre rico que tomara a Sun como criado para que al menos no
pasase hambre. Este hombre sabía que Sun era débil y enfermizo, por lo que
acordó darle alojamiento, pero que no le pagaría salario. El hijo del hombre
era un matón y pegaba a Sun en cuanto tenía oportunidad. Por su madre, Sun
soportó el sufrimiento y trabajó duro para subsistir. Más tarde estudió artes
marciales con un maestro local que era experto en la escuela externa. Sun, en
un principio, quiso aprender artes marciales para evitar ser intimidado por el hijo
del amo. Pero pronto desarrolló un genuino amor por las artes marciales. Estudiaba
deprisa y su maestro le enseñó rápidamente. Después, debido a que dañó a un miembro
de la familia del hombre rico, cuando intentó pegarle, se despidió de su
trabajo y volvió a casa a su madre. Allí, únicamente se interesaría en las
artes marciales, no trabajaría y pasaría todo el tiempo practicando. Para
suavizar la carga de su madre, comió a menudo verduras salvajes que encontraba
en el campo. Las cosas se pusieron tan mal que decidió no ser más una carga
para su madre e intentó suicidarse colgándose. Afortunadamente para la
posteridad, dos hombres le vieron colgarse y rápidamente lo descolgaron,
devolviéndolo a su madre. Ellos le dijeron que no importaba cuan mal fueran las
cosas, no valían el precio de morir. Le dieron algún dinero y se marcharon.
Sun y su madre usaron el dinero para enviar a Sun a vivir
con su tío. Su tío poseía una tienda de caligrafía en la que Sun le ayudaría.
Su tío era un hombre bondadoso y no sólo lo alimentó y lo alojó sino que
también le pagaba por su trabajo en la tienda. A través de los contactos de su
tío, encontró a su primer maestro de artes marciales interiores y aprendió
Hsing-I Quan.
Después, él iría a vivir con su maestro y entrenaría con
dedicación exclusiva. Para progresar más, aprendería Pa Kua con el famoso
maestro Cheng T'ing Hua. Durante todo este tiempo, Sun fue muy respetuoso con
su madre y se aseguró que ella estuviese bien cuidada. Tan grande era su amor y
respeto por su madre que cuando visitaba su tumba, hacía una reverencia cada
cinco pasos.
Sun enseñó en muchos sitios y dada a su habilidad se
convirtió en un famoso maestro de artes marciales. Siguiendo las enseñanzas de
sus maestros, siempre enseñó las artes marciales respetando la moralidad y
nunca defendió la violencia e incluso rechazó a los estudiantes que quisieron
ascender en las artes marciales para aprender a luchar. Él dijo una vez que si
alguien quería luchar, debería usar una pistola. Sun se encontraría más tarde
con Hao Wei Chen, el famoso maestro de Wu Yu Xiang Taijiquan y aprendió
Taijiquan con él. Posteriormente Sun integraría los principios del Pa Kua y del
Hsing-I en su Taijiquan y desarrollaría su propio estilo de Taijiquan.
También escribió diversos libros sobre las artes marciales
interiores que practicó que son considerados importantes trabajos por la
comunidad de artes marciales. Hay muchas leyendas sobre el hombre, pero como
precisa Sun Jian Yun, su padre fue un artista marcial excepcional, pero no era
sobrehumano. Sun siempre enfatizó que las llaves del éxito en las artes
marciales eran perseverar en la práctica correcta.
Sun Lu Tang y el Taijiquan
Sun Lu Tang ya era un artista marcial muy experto y
relativamente famoso cuando aprendió Taijiquan. Hao Wei Chen estaba visitando
Beijing y estando poco familiarizado con la zona no pudo encontrar a unos
amigos que vivían allí. No teniendo ninguna otra alternativa, Hao se había
alojado en una fonda y como consecuencia se había puesto enfermo. Algo no muy
raro para aquéllos de nosotros que han viajado a regiones poco familiares.
En cualquier caso, Sun Lu Tang oyó hablar de él y fue a
visitarlo. Hao Wei Chen ya tenía la reputación de ser un artista marcial muy
logrado y Sun tenía la costumbre de visitar a los artistas marciales avanzados
para conocerlos e intercambiar conocimientos. Sun fue a visitarlo, después de
haber oído que era un gran maestro pero sin saber que el arte que practicaba
Hao era el Taijiquan. Cuando encontró a Hao enfermo en cama, lo cuidó e incluso
consiguió que lo tratara un médico. Hao se recuperó, a su tiempo, de su enfermedad
y quedo muy agradecido con Sun por haberlo cuidado. Debió de haber sido duro
estar enfermo y solo en una gran ciudad llena de extraños.
En agradecimiento, Hao enseñó el Taijiquan a Sun, estilo Wu
Yu Xiang de Taijiquan para ser exacto. El propio Hao había estudiado
personalmente con el sobrino de Wu Yu Xiang, Li I Yu y era nativo de Yung Nien
dónde vivieron Yang Lu Chan, Wu Yu Xiang y Li I Yu. Sun, siendo ya muy experto,
aprendió el arte de Hao y se hizo un consumado practicante. Él era ahora
maestro de las tres artes marciales interiores.
Sun Lu Tang desarrolla su
propio estilo
Sun Lu Tang había estudiado y dominado los tres estilos
interiores. Continuó estudiándolos e investigando en sus teorías, mientras iba
constantemente refinando y mejorando su arte.
Más tarde, Sun cristalizaría su enseñanza, experiencia y
métodos en su propio estilo de Taijiquan. Está basado principalmente en el estilo
Wu Yu Xiang Taijiquan de Hao. Que escogiese el Taijiquan como expresión de la
esencia de su arte es significativo. Se supone que él ha integrado el trabajo
rápido con los pies del Pa Kua, los métodos de cintura y piernas del Hsing-I, y
con el cuerpo suave del Taijiquan de Wu Yu Xiang.
La forma, retiene muchas de las características de la forma
que Hao le enseñó, así como la sucesión de posturas. Las posturas en sí mismas
no han cambiado mucho, y continúan conservando las aplicaciones originales y
todavía se parecen mucho a las del estilo Wu Yu Xiang enseñado por la familia
de Hao. Lo que es evidente es que los pasos son más activos y pequeños, las
técnicas de la mano sólo difieren marginalmente y algunas características del
Hsing-I son evidentes.
En los años posteriores, prefirió enseñar Taijiquan en
lugar del Pa Kua o Hsing-I. Era muy competente en la aplicación de su
Taijiquan, por lo que Sun Lu Tang, el gran maestro del Pa Kua y del Hsing-I,
también fue reconocido desde entonces como un gran maestro del Taijiquan.
Sun no era egoísta con su arte y escribió varios libros
sobre el tema para compartirlo con los artistas marciales de otros lugares.
Estos libros siguen siendo hoy referencias importantes para los artistas
marcial serios y algunos contienen valiosas fotografías de la forma de Sun en
las tres artes marciales interiores.
El estilo Sun de Taijiquan en
la actualidad
Gracias a Sun Jian Yun, los practicantes
del estilo Sun de Taijiquan de todo el mundo han tenido acceso a la transmisión
directa de Sun Lu Tang, vía su hija, y a muchos de los aspectos privados de su
vida y arte. La popularidad del estilo Sun de Taijiquan ha crecido y a través
de los continuos esfuerzos de los maestros de este estilo de Taijiquan, esté
extendiéndose a todos los rincones del mundo.
La comunidad del Taijiquan a lo largo
del mundo continúa considerando el Sun Taijiquan como una expresión auténtica
de las artes interiores y uno de los estilos mayores del arte. El arte marcial
de Sun Lu Tang y su espíritu continúa trayendo salud, moralidad y habilidades
marciales a todos aquéllos que practican el sistema.” (http://www.galeon.com/librosorientales/SunLuTang.html
/ Extracto )
Del gran maestro Sun Lu Tang
traemos un video sobre las posturas del Sun Taijiquan:
Sé que cuando confío en ti, todo va más
fácil. Y también sé que, por no confiar en ti, la he pasado mal.
Es que no siempre tengo la capacidad de
escucharte, otras veces no entiendo tus mensajes y de vez en cuando, lo que me
sugieres no coincide con mi mente.
¿Cómo puedo escuchar tu música cuando
hay tanto ruido? ¿Cómo puedo ver las pistas que me vas dejando para te siga? Y
sobre todo, ¿cómo puedo estar segura de que eres tu el que me deja estos
mensajes?
Me confundo por la cantidad de estímulos
que llegan a mi mente y la mayoría de las veces, es mi mente la que manda. Una
terrible déspota que tiene en jaque a mi intuición, a la sensibilidad de mi
cuerpo y a mis sentidos. A veces todos nosotros funcionamos como simples soldados
de la mente.
¿Cómo aprendo entonces a distinguir lo
falso de lo real para descubrir el camino que debo seguir? ¿Podrías ponerme las
cosas más fáciles y firmar tus mensajes? Ya sé que no, el aprendizaje es
incluso estar atento al remitente y desechar gran parte de lo que perciben mis
sentidos. Escuchar al cuerpo, sentir con mí ser lo que es indicado de hacer en
cada momento, hacerle caso a mi intuición y seguir sin chistar esas
indicaciones.
¿Y cuándo mis expectativas son
distintas? ¿Y cuándo mi mente dice que por allí no? ¿En quién confío? ¿A cuál
de los dos le hago caso?