LOS 5 ANIMALES DEL DR. HUA TO Y LAS ESFERAS FUNCIONALES
FÍSICAS, EMOCIONALES Y MENTALES
Hua Tuo (145-208)
Núria
Leonelli
El
doctor Hua To fue un médico taoista que vivió durante el siglo II. Se inspiró
en las principales cualidades motrices y el comportamiento del tigre, ciervo,
oso, mono y pájaro para crear, en base a sus conocimientos de Medicina
Tradicional China (MTC) y Qigong, una serie de ejercicios que, a través de la
imitación de estos animales, se correspondiesen y actuasen sobre cada uno de
los cinco órganos y, por tanto, sobre cada esfera funcional física, emocional y
mental. Hoy en día estos ejercicios son todo un clásico en la medicina preventiva
de China.
Desde siempre los taoístas comprendieron gracias a
la simple observación de lo que sucedía en la naturaleza que el movimiento es
una característica fundamental de la vida. Observaban los ciclos del sol y de
la luna, el suceder de las estaciones, el crecimiento de las
plantas, e identificaron en el reino animal algunas cualidades motrices que
destacaban en algunas especies. Todo en el universo es una manifestación de
energía polarizada y en movimiento que busca el equilibrio en su dinamismo.
Al Doctor Hua To se le atribuye un popular adagio:
“agua que corre, no pudre”, y bien sabemos todos que el agua estancada consigue
destruir incluso los puentes. En su biografía se recoge una interesante
prescripción indicada a un discípulo llamado Wu Pu: “Es importante hacer
ejercicio físico diariamente pero de manera moderada, no hay que excederse”. Un
aspecto sorprendente a la vez que lógico de la sociedad oriental es que los
chinos pagaban una cuota al médico siempre y cuando se mantuvieran en un estado
saludable. En el momento que caían enfermos dejaban de pagarle, dado que ya no
podían trabajar. Por este motivo el estudio sobre la prevención de enfermedades
primó sobre el aspecto decuración y alcanzó gran desarrollo, al contrario de lo
sucedido en Occidente.
Cuando la energía de un órgano sufre una disfunción
surgen problemas de salud física, emocional y mental. Las emociones negativas
son producto de estos desequilibrios funcionales. Así, por tratarse de una
pareja de órganos a los pulmones y riñones se les asocia también una pareja de
emociones: la tristeza y la melancolía, y el miedo y el terror respectivamente.
Al bazo no se le asigna una emoción, sino una facultad intelectiva. Este
órgano, que se identifica con el movimiento básico de la energía de la tierra,
se sitúa en el centro y guarda relación con la reflexión. El corazón se vincula
con la euforia y el hígado con la ira.
Como unidad psicofísica que es el ser humano, todo
lo que le acontece es evidentemente psicosomático o somatopsíquico, no es
posible separar estos dos campos. El desequilibrio de una parte afecta a la
entera unidad del sistema energético y por eso la energía estará comprometida
tanto en las manifestaciones orgánicas como emocionales, suponiendo una crisis
en la biografía de la persona. Se puede estar hablando de psicosomática o de
somatopsíquica, es lo mismo, no hay un predominio establecido. Lo cierto es que
en función de la historia de cada persona y del tipo de patologías que presenta
existe una mayor o menor tendencia hacia las causas internas o las externas. El
sistema mantiene un cierto equilibrio y cuando éste se rompe aparece el
trastorno, que repercute a todos los niveles del individuo. Entonces es
necesario comprender lo que está ocurriendo desde el punto de vista
psicosomático.
EL
TIGRE
La cualidad motriz más relevante del tigre es la
fuerza tendínea y muscular. Cuando identifica a su presa la mira con mucha
concentración y camina sigilosamente hacia ella. El felino demuestra un
espíritu valiente y fiero. El ejercicio físico del tigre activa el riñón, cuyo
movimiento de energía es unificador y con tendencia al descenso. Este órgano se
identifica con el agua, caracterizada por un comportamiento energético mínimo
pero que encierra el máximo potencial.
A nivel físico los riñones almacenan la esencia y
controlan la reproducción, el crecimiento y el desarrollo. Producen médula y
sangre, controlan el tejido óseo y también se relacionan con las glándulas
suprarrenales.
Los riñones emergen en los oídos. Su víscera
asociada es la vejiga, que almacena la orina y controla la excreción. A nivel
psicosomático, el miedo paraliza y bloquea la energía renal. Si éste es
repentino provoca tal desajuste en la energía de la vejiga que hace evacuarla
inmediatamente. El miedo es un código biológico para la supervivencia ante una
amenaza o peligro, activa el mecanismo de la autodefensa bien con una acción de
huida o de ataque. Por tanto, al miedo se le puede considerar como un excelente
amigo que vela por la seguridad y que solamente es negativo cuando se siente a
raíz de situaciones de peligro imaginarias. La demanda neurótica de cosas, el
apego y aferramiento a lo material, es una búsqueda de seguridad que encubre
esta emoción.
A nivel somatopsíquico, la energía renal equilibrada
desarrolla con su comportamiento unificador una gran confianza en las propias
capacidades y favorece una personalidad con gran fuerza de voluntad, como es el
caso de personajes muy activos que empujan siempre los asuntos hacia delante.
Cuando se origina un trastorno, la energía de los riñones baja y la persona
siente pesadez en los miembros inferiores a la vez que es presa del miedo y del
pánico. Todas las fobias, como el miedo a los espacios cerrados de la
claustrofobia o a los espacios abiertos de la agorafobia, tienen su origen en
una disfunción energética de este órgano. Cuando la energía renal es débil
aparece la timidez y la persona se asusta de todos y de todo. Los riñones son
la casa de la intención y la volición, así como de la libido o Zhi, que
descendiende en caso de desequilibrio energético.
EL
CIERVO
El ciervo, animal herbívoro, mantiene en todo
momento un comportamiento tranquilo y contemplativo, ladea el cuerpo con
sencillez y facilidad para admirar el paisaje. El ciervo se relaciona con el
órgano del hígado y se identifica con el movimiento básico de la madera,
distinguido por un carácter energético generador y elástico que crece hacia
arriba. A nivel físico el hígado almacena la sangre y regula la circulación y
distribución uniforme del Qi. También ejerce una función de control sobre el
tejido tendíneo y sobre la uñas y emerge en los ojos. Su pareja es la vesícula
biliar, que almacena y excreta la bilis. A nivel psicosomático se sabe que los
frecuentes ataques de ira dañan al hígado, que a su vez provoca una mayor
tendencia a la irascibilidad. De ese modo se establece una rueda sin fin de
energía emocional destructiva que se auto perpetúa.
A nivel somatopsíquico el equilibrio de la energía
hepática remarca las cualidades de amabilidad y bondad. Una carencia de la
energía yin facilita que la energía yang del hígado empiece a quemar como un
incendio descontrolado, provocando ira y agresividad. La energía yang asciende
en pequeñas descargas que llegan hasta el corazón, residencia del espíritu, y
produce migrañas, dolor de cabeza, mareo y confusión mental. Si la hiperfunción
energética persiste se pueden generar piedras en la vesícula biliar. Por otro
lado, la carencia de energía yang acrecienta el yin del hígado y esto se
traduce en incapacidad para encolerizarse, lo que origina una actitud ante la
vida irónica, sarcástica y cínica. La irritabilidad no manifestada se puede
convertir también en frustración. El sujeto que expresa una ira violenta y
agresiva desencadena afán de venganza, resentimientos y culpabilidad.
El comportamiento energético generador del hígado
cuando está equilibrado favorece una personalidad con gusto por el crecimiento,
entendido como trabajo de superación o ambición sana. Aporta una clara
perspectiva de futuro con gran capacidad para planear y tomar decisiones. Como
el hígado está relacionado con la visión, favorece la memoria visual, la
fantasía y la imaginación. Es el espíritu de iniciativa, emprendedor y
explorador. El hígado es la casa del alma, Hun, nivel psíquico que desvía hacia
el cuerpo los excesos de las emociones, es decir, los somatiza, con la misión
de proteger al corazón.
EL
OSO
La motricidad del oso cuando se yergue sobre sus dos
patas sólo es torpe en apariencia, pues esconde dos cualidades excepcionales
como son la estabilidad y el aplomo. Su espíritu es firme y seguro. El oso se
relaciona con el bazo-páncreas cuya energía estabilizadora se identifica con el
movimiento básico de la tierra. Se caracteriza por un comportamiento energético
que sube y baja uniformemente. A nivel físico, el bazo-páncreas se localiza
justo en el centro del tronco, regula la transformación y el transporte de la
energía vital, y además controla el tejido muscular. El bazo-páncreas emerge en
la boca y se asocia al estómago, que recibe y procesa los alimentos, así como a
la glándula timo. La energía ascendente del bazo-páncreas y la descendente del
estómago, confiere equilibrio energético a todo el sistema. A nivel
psicosomático la medicina occidental reconoce la conexión entre preocupación
crónica y trastornos estomacales tales como úlceras e indigestión.
A nivel somatopsíquico, el equilibrio de la energía
del bazo-páncreas alimenta las virtudes de la compasión y empatía. El bazo
páncreas es la casa del Intelecto, Yi, donde reside el pensamiento lógico y la
razón, la crítica constructiva, la reflexión y la memoria. Así, vemos que no se
encuentra asociado a ninguna emoción, sino a aspectos intelectivos.
De hecho, cuando sucede un desajuste energético y el
bazo-páncreas está en vacío, se desarrolla una excesiva preocupación y fijación
persistente en algún problema concreto, que mantiene a la mente ocupada de
manera constante. Esto puede volverse una actitud crónica que desemboca en la
obsesión si el trastorno es extremo. El desequilibrio acrecienta la
intolerancia, el individuo se aísla y no desea relacionarse. El desajuste
energético priva al cuerpo de la energía vital nutritiva, perjudica la
digestión, provoca dolor abdominal y baja la resistencia. La consecuencia de
todo ello es fatiga y letargo.
Sin embargo, cuando el comportamiento energético
estabilizador del bazo-páncreas está equilibrado predispone a tener una
personalidad con sentido de la realidad, con los pies en el suelo y una muy
buena capacidad de adaptación al entorno. La persona analiza, sintetiza y
procesa todo tipo de conocimiento transformándolo en experiencia, que utiliza
para superar cualquier situación difícil que se presenta en la vida.
EL
MONO
Son muchas las cualidades motrices que posee el mono
que siempre está en activo. Es hábil, flexible y rápido en todos sus
movimientos, tiene una actitud atenta, alerta y responde con prontitud ante
cualquier estimulo. El mono se identifica con el órgano del corazón, energía
que se corresponde con el movimiento básico del fuego y se caracteriza por un
comportamiento energético radiante y expansivo que tiende a propagarse con
rapidez. La energía calienta y tiende a elevarse como las mismas llamas del
fuego. A nivel físico el corazón regula la sangre y controla los vasos
sanguíneos, emerge en la lengua y se asocia con el intestino delgado, que
separa lo puro de lo impuro. El pericardio protege al corazón y forma pareja
con el triple calentador, un órgano sin equivalencia en anatomía occidental y
con una labor puramente energética, dado que coordina la transformación y el
transporte de la energía del cuerpo y de los fluidos, además de regular la
función térmica de todo el organismo. A nivel psicosomático los estados de
agitación perjudican al corazón, por lo que éste tiene propensión a generar
todavía mayor euforia y crear un círculo vicioso que no tiene fin.
A nivel somatopsíquico el equilibrio de la energía
cardiaca induce a un estado de serenidad y generosidad en el que uno sabe dar y
recibir amor. Si el corazón sufre un desequilibrio energético se origina un
comportamiento de sobreexcitación, euforia, agitación o alegría desmesurada. El
humor se vuelve variable y va de un extremo a otro, se pueden alcanzar estados
de histeria y perder totalmente el control. En un caso límite la persona llega
a la pasión desmesurada, al fanatismo y puede volverse influenciable. Además,
surgen dificultades para comunicarse de manera comprensible, se balbucea e
incluso tartamudea. La energía del corazón fluye más lenta y se congestiona,
provocando irregularidades en el ritmo cardiaco que se traducen en
palpitaciones, taquicardia, nerviosismo e insomnio.
Cuando está equilibrado, el comportamiento
energético expansivo del corazón favorece una personalidad comunicativa, con
claridad de ideas y gran facilidad de comprensión y asimilación. El espíritu,
Shen, habita en dos residencias, la frente y el corazón. En la primera, el
espíritu discierne los acontecimientos de la vida y toma conciencia de ellos.
En la segunda, equilibra todos los sentimientos y es capaz de expresarlos con
sinceridad. La ausencia de emociones no es una opción acertada para mantenerse
en equilibrio, ya que la frialdad e indiferencia son síntomas de ausencia de
Shen y, en cambio, su abundancia proporciona serenidad y capacidad de dar y
recibir amor.
EL
PÁJARO
Desde siempre el pájaro ha sido envidiado por el
hombre debido a su capacidad de volar, de moverse hacia cualquier dirección en
el inmenso cielo, que corresponde plenamente a la idea de libertad. El pájaro
es ligero y grácil, sus movimientos son armónicos y elegantes. La grulla, ave
de espíritu sereno símbolo de longevidad en China, se corresponde con los
pulmones, cuyo comportamiento energético se identifica con el movimiento básico
del metal. Éste se caracteriza por un tipo de condensación de la energía en la
que las fuerzas que enfrían se mueven hacia adentro, todo lo contrario de la
energía expansiva del elemento fuego.
A nivel físico los pulmones regulan el Qi, la
respiración y el tránsito de agua en el cuerpo, y también controlan el tejido
epidérmico. Los pulmones emergen en la nariz y su órgano asociado es el
intestino grueso, que absorbe lo puro y excreta lo impuro. A nivel
psicosomático, la respiración superficial y entrecortada que se experimenta
durante periodos de ansiedad intensa es un síntoma común conocido tanto por lo
médicos occidentales como por los orientales. A nivel somatopsíquico, el
equilibrio de la energía de los pulmones alimenta la integridad. De este modo
el comportamiento energético condensado de los pulmones predispone a una
personalidad que demuestra dignidad y honorabilidad, sabe juzgar con rigor y
ecuanimidad y tiene un gran sentido del deber y el sacrificio ejemplar. Los
pulmones son la casa del Instinto, Po, el sentido que ayuda a detectar peligros
presintiendo lo que es bueno o malo, que gobierna la atracción o repulsión como
instinto de supervivencia e intuye las situaciones que están por suceder.
Cuando se origina un trastorno yin/yang, el Qi se congestiona, los pulmones se
dañan y se desajusta todo el aparato respiratorio. La circulación de la energía
altera la respiración y la inhibe, al mismo tiempo que baja la resistencia y
debilita el escudo de Qi Protector que rodea el cuerpo. Entonces aflora la
tristeza, la melancolía y el sufrimiento, el individuo pierde confianza en la
vida y afronta el futuro con pesimismo, vive desesperanzado, tiende al
aislamiento y a la soledad.
Como el Doctor Hua To predicaba con el ejemplo,
practicaba la serie de ejercicios de imitación a los animales diariamente y sin
excederse. Por este motivo vivió de forma equilibrada hasta los 102 años, y su
discípulo Wu Pu sólo vivió hasta los 90. Dicen que el Doctor Hua To llegó a
ganar mucho dinero, pues sus pacientes se encontraron en plena salud física,
emocional y mental, y nunca dejaron de pagarle.
Núria
Leonelli es instructora de Taijiquan y Qigong, autora del libro Chi Kung,
fisioterapia para el bienestar emocional y mental, en el que está basado el
presente artículo.
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