CONSTELACIÓN CH´I
Ch'i
Bienvenidos
nuevamente. En este segundo número nos daremos un paseo por lo que he
denominado la Constelación Ch´i.
Como
sabemos el término constelación comúnmente se emplea para referirse a un
conjunto de estrellas que se presentan en el cielo siempre de la misma manera y
que puede ser distinguida a simple vista, pero también se utiliza para hacer
alusión a un conjunto de personas y
cosas que poseen un rasgo común. Esta última aplicación es la que estoy
considerando para referirme al Ch´i como constelación porque el Ch´i no es uno
solo y eso lo verán a continuación.
Comencemos
por el Ch´i principal, el cósmico o Cheng Ch´i. Según el pensamiento chino el
universo está impregnado de una energía vital que hace mover a los átomos y los
astros, los cuales permiten la existencia de la misma vida.
Este
se derrama sobre toda la tierra y el cielo, y posee dos polos: uno positivo,
creativo, identificado como yang ch´i, y el otro negativo, destructivo,
conocido como yin ch´i. Luego, tanto el cielo como la tierra poseen su propio ch´i,
dándose origen al ch´i del cielo o tian ch´i y al ch´i de la tierra o ti ch´i.
Entre
el cielo y la tierra se encuentra el Ser Humano, quien es controlado e
influenciado por el tian ch´i y el ti ch´i. En la medida que éste vive de acuerdo con la naturaleza, y sus
ciclos, evita los desequilibrios e influencias negativas.
Al
ch´i del Hombre se le denomina ren ch´i.
Hasta
aquí vemos las manifestaciones del Ch´i desde el macrocosmos hasta el
microcosmos Humano, pero aquí no se detiene el asunto, pues en la persona se
suceden una serie de procesos químicos que permiten la creación y el
mantenimiento de su existencia.
El
Ser Humano posee una energía interior la cual presenta un componente heredado y
otro no heredado. Veamos en qué consiste cada uno de ellos y de dónde
provienen.
La
energía interior resulta del ch´i que heredamos de nuestros padres, así como de
la respiración y de los alimentos que ingerimos. De manera que nuestra energía
se compone de tres elementos diferentes: yuan ch´i o ch´i original, kung ch´i o
ch´i del oxígeno y ku ch´i o ch´i de los alimentos. Revisemos cada uno de
ellos.
El
yuan ch´i, también denominado ch´i original o primordial. Es transmitido por
los padres a sus hijos en el momento de la concepción, responsable de su
herencia y de su destino vital. Esta energía original decrece a lo largo de los
años, siguiendo el fenómeno fisiológico del envejecimiento, de forma
irreversible. Sin embargo, gracias a la práctica de actividades físicas como el
Ch´i Kung y el Tai Ch´i, se puede aprender a conservar por mayor tiempo esta
energía, enlenteciendo así el proceso de decadencia orgánica.
El
yuan ch´i es la forma más importante y más pura de ch´i. Tiene como sinónimo
Hsien Tien ch´i que significa ch´i del tiempo anterior o ch´i prenatal.
El kung ch´i resulta del aire que
respiramos y es un elemento del ch´i del cielo. Este ch´i también recibe otros
nombres, como ch´i del aire, yang ch´i o ch´i del oxígeno.
Y el ku ch´i o ch´i de los alimentos, se
obtiene de la digestión de los alimentos y es parte del ch´i de la tierra.
Entonces,
Energía interior
= yuan ch´i + kung ch´i + ku ch´i
El
kung ch´i y el ku ch´i, son dos tipos de ch´i no heredados que en conjunto
constituyen el ch´i esencial o Tsung ch´i, ambos se mezclan y recorren el
cuerpo a través del torrente sanguíneo, trasladando la energía necesaria para
la vida. Otro término para referirse a él es Hou Tien ch´i cuyo significado es ch´i
del tiempo posterior -al nacimiento, o ch´i
postnatal.
La
importancia del ch´i esencial no se limita a la etapa postnatal. Durante la
gestación el feto, a través del cordón umbilical, toma directamente de la madre
su ch´i esencial (Tsung ch´i), lo que le permite la vida dentro del vientre
materno.
Como
podemos notar el Tsung ch´i pasa a ser el ch´i más importante para el
mantenimiento de nuestra especie, el cual depende de la alimentación y la
respiración. En palabras de Reid (1989) “Por eso la dieta y la respiración son
disciplinas fundamentales y complementarias para el cultivo de la salud y la
longevidad: son nuestras fuentes primeras de energía vital” (p. 38).
Con
el objeto de organizar los tipos de ch´i revisados dibujemos una constelación,
como si de estrellas se tratasen. Me parece que al final la constelación podría
tener la siguiente forma:
Referencias:
Dsu
Yao, C. et Fassi, R. (1993). Ch´i: l´énergie interieur. Le Tai Chi Chuan. Secret de l´énergie vitale. París: Editions de
Vecchi. Pp. 58-91.
Reid,
D. (1989). Los tres tesoros. El Tao de la
salud, el sexo y la larga vida. Barcelona: Urano. Pp. 36-48.
Bien interesante ese estudio constelativo del ch´i, no tiene desperdicio.
ResponderBorrarGracias Pablo. Me alegra saber que el articulo te resulto provechoso!
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