CINCO CATEGORÍAS EN LOS EJERCICIOS
DE QIGONG
Por el Dr. Yang Jwing-Ming
Es
muy importante mantener la energía interna o Qi circulando de forma continua y
fluida por el cuerpo. Para llevar esto a cabo se han creado muchas clases
diferentes de ejercicios de Qigong, aunque
pueden clasificarse en cinco grupos generales según el propósito principal del
entrenamiento:
1.-
Conservar la salud
Los
estilos de Qigong dentro
de esta categoría tienen la meta fundamental de alcanzar la calma, paz y
equilibrio mental y espiritual. Con este equilibrio mental se pueden abordar
los ejercicios de movimiento que mantienen la fluidez y equilibrio de la
circulación del Qi. Esta categoría usa ejercicios de meditación estáticos y
dinámicos.
Se
cree que muchas de las enfermedades están causadas por excesos mentales y
emocionales. Esas emociones consumen el Qi y causan estancamiento en los
canales y órganos, lo que provoca la enfermedad. Por ejemplo, la depresión puede
causar úlceras de estómago e indigestión. La cólera puede provocar un mal
funcionamiento del hígado. La tristeza provocará compresión y tensión en los
pulmones, y el miedo puede alterar el normal funcionamiento de los riñones y
vejiga. Los practicantes de Qigong se
dieron cuenta que si querían evitar la enfermedad, el primer paso era
equilibrar y relajar los pensamientos. Esto se llama “regular la mente” (tiao xing). Cuando la mente está en
calma y te encuentras emocionalmente neutral, el Qi automáticamente se regulará
y corregirá los desequilibrios.
En
la meditación estática usada para mantener la salud, la mayor parte del
entrenamiento es deshacerse de los pensamientos para que la mente esté clara y
serena. Cuando te encuentras en paz y en calma, el flujo de los pensamientos y
emociones se ralentiza, permitiendo sentirse mental y emocionalmente neutral.
Este tipo de meditación podría ser considerada como una práctica de autocontrol
emocional. Cuando te encuentras en este estado de “no pensamiento”, llegas a
estar muy relajado, llegando incluso la relajación profundamente a los órganos
internos. Cuando el cuerpo está relajado, el Qi fluye de forma continua y con
fuerza, limpiando los bloqueos en los canales y manteniendo la salud. Este tipo
de meditación estática era muy común entre los sabios de la antigua sociedad
china.
Los
médicos chinos descubrieron que ciertos movimientos y ejercicios incrementaban
la circulación del Qi alrededor de los órganos internos. Algunos de esos
movimientos son similares a los movimientos característicos de ciertos
animales. Está claro que para que un animal pueda sobrevivir en la naturaleza
debe tener un instinto de cómo proteger su cuerpo. Parte de ese instinto tiene
que ver con cómo acumular Qi y cómo impedir que este se pierda.
Como
humanos hemos perdido muchos de esos instintos a lo largo de los años que nos
hemos ido alejando de la naturaleza. Una serie de ejercicios de Qigong típicos, que todavía se
practican hoy en día es el llamado Juego
de los Cinco Animales (Wu Qin Xi) y
otra es las Ocho Piezas del Brocado
(Ba Duan Jin).
Tras
miles de años de observación de la naturaleza y a sí mismos, algunos
practicantes de Qigong fueron
aún más lejos. Se dieron cuenta que la circulación del Qi en el cuerpo cambiaba
con las estaciones y es conveniente ayudar al cuerpo en estos periodos de
ajuste. También se dieron cuenta que durante cada estación, diferentes órganos
tenían diferentes problemas característicos. Por ejemplo, al comienzo del
otoño, los pulmones deben adaptarse al aire más frío que se respira. Mientras
que estos se ajustan, son más propensos a sentir molestias y a coger resfriados
más fácilmente.
El
sistema digestivo también se afecta durante los cambios estacionales. El
apetito puede aumentar, o tener diarreas. Cuando la temperatura baja los
riñones y vejiga empezarán a dar problemas. Por ejemplo, debido al esfuerzo
acumulado en los riñones, se pueden tener lumbalgias. Centrándose en esos
desordenes de Qi estacionales, se crearon rutinas de movimientos que podían
agilizar los ajustes del cuerpo.
2.-
Curar las enfermedades
Los
médicos chinos descubrieron a través de la experiencia que algunos movimientos
no solo mantenían la salud, sino que además curaban ciertas enfermedades.
Usando su conocimiento médico de la circulación del Qi, investigaron hasta
encontrar muchos movimientos que podían ayudar a curar enfermedades y problemas
de salud. Evidentemente, muchos de esos movimientos no eran muy diferentes de
los que se utilizaban para mantener la salud. Esto no debe sorprender ya que
muchas enfermedades están producidas por un desequilibrio de Qi. Cuando el
estancamiento se mantiene por un largo periodo de tiempo, los órganos empezarán
a afectarse y pueden llegar a dañarse físicamente. De hecho, mientras que la
enfermedad se limite al nivel del bloqueo de Qi y no exista ningún daño físico
en los órganos, el Qigong usado
para mantener la salud se puede usar para reajustar la circulación del Qi y
tratar el problema.
Sin
embargo, si la enfermedad es tan seria que los órganos comienzan a fallar, la
situación se vuelve crítica, haciéndose necesario un tratamiento especial que
puede ser acupuntura, uso de hierbas o incluso una operación. Algunos
ejercicios de Qigong están
diseñados para acelerar la recuperación o incluso algunas veces, para curar la
enfermedad. Por ejemplo, las úlceras y el asma se pueden curar con unos simples
ejercicios. Tanto en China continental como en Taiwan han demostrado que
ciertos ejercicios de Qigong son
efectivos en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer.
La
acupresión o el masaje Qigong también
se emplea con normalidad en vez de la punción con agujas para el ajuste de los
desequilibrios del qi. Se realiza fundamentalmente por expertos en Qigong que son capaces de usar el
Qi de su cuerpo para ajustar el qi del paciente a través del tacto o de la
digitopresión. Esto se ve en las prácticas curativas del qigong chino y en el masaje Shiatsu japonés.
3.-
Prolongar la vida
Las
dos categorías anteriores mantienen la salud de la persona que ya la tiene o
tratan la enfermedad una vez que esta aparece. Las teorías y los principios de
estas categorías son simples y el entrenamiento es tradicional. Muchos
practicantes de Qigong no
estaban satisfechos con esto y buscaron la manera no sólo de mantener la salud,
sino también de cómo incrementar la circulación del Qi y fortalecer los
órganos. Con este enfoque más agresivo del Qigong, trataban de encontrar una manera de vencer al curso
normal de la naturaleza. Se negaron a aceptar que la duración de la vida de una
persona se fija de acuerdo con el destino. Creían que si entendían por completo
el curso de la naturaleza (Dao 돛),
encontrarían una manera de prolongar sus vidas. Esta categoría de entrenamiento
de qigong es practicada fundamentalmente por Budistas y Taoístas.
A
lo largo de más de 900 años de investigación, los religiosos practicantes de la
meditación descubrieron la manera de ralentizar la degeneración de los órganos,
lo que es la clave para obtener una larga vida. Ha habido muchos Budistas y
Taoístas que han vivido más de 150 años. En la sociedad Taoísta se dice: “Morir
a los 120 años es morir joven”.
Desgraciadamente,
todo este entrenamiento de qigong se ha transmitido en secreto en los
monasterios. A partir de los años 60, estas teorías secretas y métodos de entrenamiento
han sido lentamente revelados al mundo exterior. Una parte importante de este
entrenamiento para prolongar la vida es el Qigong
del Lavado de Médula. La idea básica de esta rutina es mantener la
circulación del Qi en la médula y encéfalo de manera que se mantengan limpias y
sanas.
La
médula ósea crea la mayoría de las células sanguíneas. Las células sanguíneas
llevan los nutrientes a los órganos y a las otras células del cuerpo a la vez
que retiran los productos de deshecho. Cuando la sangre está sana y funciona
adecuadamente, el cuerpo entero está bien nutrido y saludable y puede resistir
eficazmente la enfermedad. Cuando la médula está limpia y sana, creará un gran
número de células sanguíneas saludables que realizarán su función de manera adecuada.
Todo el cuerpo se mantendrá sano y los órganos no se degenerarán.
Aunque
la teoría es simple, el entrenamiento es muy complicado. Primero hay que
aprender a aumentar el Qi y llenar los ocho vasos de Qi y después hay que saber
cómo dirigir ese Qi a la médula ósea para poder “lavarla”. De todos modos,
excepto por los monjes Budistas y taoístas, hay muy pocas personas que hayan
alcanzado los 150 años. La razón es que este proceso es arduo y prolongado.
Hay
que tener pureza mental y llevar un estilo de vida sencillo de manera que se
pueda estar completamente centrado en el entrenamiento. Sin una vida tranquila,
el entrenamiento no será efectivo. Por eso era por lo que muchos monjes
taoístas y budistas se retiraban a las montañas. Desafortunadamente esto no es
posible para una persona normal en nuestra sociedad.
4.-
Artes Marciales
En
la dinastía Liang (졺), los artistas
marciales empezaron a usar el Qigong para
aumentar la eficacia de sus artes. Dicho entrenamiento también puede ayudar a
mejorar la salud. No obstante, algunos artistas marciales usan incluso algunas
prácticas de Qigong que
mejorarán ciertos aspectos de sus habilidades para la lucha aún a sabiendas de
que puede dañar su salud. Un ejemplo de este entrenamiento es la “Palma de hierro y arena”.
5.-
Iluminación o Budeidad
Los
taoístas y budistas utilizan el Qigong para
alcanzar un nivel de realización mucho más allá de una persona normal. Se
esfuerzan para alcanzar la iluminación, o lo que los budistas llaman Budeidad.
Buscan la manera de alzarse sobre los sufrimientos humanos comunes y escapar
del ciclo continuo de reencarnación. Para alcanzar este estado, el
entrenamiento en el Qigong del Lavado de
Médula es necesario. Eso les permite dirigir el Qi a la frente, donde
reside el espíritu y elevar el cerebro a un estado energético superior.
Fuente: Extraído
del libro del Dr. Yang Jwing-Ming Las
Ocho Piezas del Brocado. Ejercicios para Mejorar y Conservar la Salud.
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