martes, 17 de enero de 2017

ARTÍCULOS DEL ARCHIVO NEI DAN (Magazine No. 558)

¿EXISTE LA BRUJERÍA?

Goya: Sabbath

Algunas aproximaciones al concepto de brujería la definen como el conjunto de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas brujas o brujos, que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades para manipular las fuerzas invisibles de la creación con el propósito de producir un efecto que puede ser positivo o negativo para su entorno.

Para algunos la pregunta con la que abrimos la presente entrega puede parecer ingenua, para otros puede ser una interrogante sin sentido… Pero a más de uno puede ponerlo a pensar: ¿Qué es eso que se entiende por brujería? ¿Se pueden manipular fuerzas invisibles a favor en contra de las personas? Y ¿Qué tan invisibles son esas fuerzas? ¿Existen fenómenos como el mal de ojo? ¿Se puede hacer que alguien enferme, muera o experimente toda clase de ruinas solamente con el deseo y el poder de la mente? Sin duda alguna estamos ante un tema que despierta un sin número de interrogantes.

En la mayoría de los relatos fundamentales de los pueblos del mundo se encuentra presente la eterna lucha entre las fuerzas del bien y del mal, orden y caos ejecutando una suerte de danza cósmica en la que toma forma la trama de la vida.

Por ejemplo, en la Cosmogonía Piaroa como en la mayoría de los mitos y leyendas sobre el origen de nuestros pueblos originarios, se refiere la interacción de fuerzas invisibles que le van dando forma a todo lo creado. Se observa una dimensión espiritual y mística que domina la manifestación de la materia, en la que la magia y la brujería encierran el conocimiento de lo que es inexplicable para los seres comunes, siendo los brujos son los depositarios y guardianes de ese conocimiento, tal como lo observamos en la siguiente leyenda:

Al comienzo de la creación todo estaba oscuro, sólo existía la nada, no había sol, no había agua, no había cielo, no había montañas, no había hombres, no existía el pueblo Piaroa. Wajari, el creador de los elementos, de los animales y del ser humano aún no había nacido.

Para los Piaroa existe una continuidad entre el espacio mítico, donde habitan dioses y héroes culturales, y el espacio natural, el de los animales terrestres y acuáticos, las aves y las plantas. En el pensamiento piaroa los habitantes de estos dos mundos están emparentados. Es decir, todos los animales son sus hermanos.

Los Piaroa tienen un Dios superior, encarnado en la danta anaconda, una criatura que se fracciona en dos héroes culturales que representan el bien y el mal. La anaconda simboliza el peligro, fue sin embargo quien dotó a los piaroa de su cultura y del conocimiento de la agricultura.

El otro héroe cultural es Wajari, benévolo creador de los Piaroa, representa al pensador, y al morir reencarnó como danta o tapir.

Ambos héroes culturales representan dos poderes (…) uno es el señor de la noche y de la sexualidad, de la caza y de las siembras, creador de todas las criaturas venenosas y peligrosas y de los peces grandes.

En cambio el otro, Wajari, es el señor del cielo, de las montañas y de la tierra, creador de muchos de los animales terrestres y de los Wo’tuja –como también se conoce a los Piaroa, es el padre del águila-arpía y de la lapa.

Ambos son grandes brujos. Uno se transforma en jaguar y anaconda y siempre toma alucinógenos demasiado fuertes, representa el conocimiento y la brujería descontrolados. El otro es Dios Creador y se transforma en anaconda y en águila-harpía. Se encarna en la danta. Generalmente representa el conocimiento y la brujería controlados. Es además, el Señor viajero.

Pero más allá de los mitos y leyendas de diferentes culturas del mundo, la pregunta se presenta una y otra vez ¿existe en realidad la brujería? ¿Puede afectarnos? ¿O es simplemente un elemento referencial presente en los relatos culturales de los pueblos?

Se sabe que desde los orígenes del mundo conocido el bien y el mal han existido, en una eterna trama en la que las fuerzas del orden y el caos se contraponen. Envidias, resentimiento, odios, bajas pasiones son fuerzas que subyacen ocultas en los estratos más profundos de la personalidad humana, generalmente estos sentimientos y actitudes, que moran en nuestra sombra, no son mostrados abiertamente de la misma manera que otros sentimientos y actitudes socialmente aceptados.

Pero definitivamente, esas fuerzas subyacentes en la naturaleza humana existen y, tarde o temprano encontrarán canales que les permitan manifestar sus efectos en la vida de las personas; entonces ¿por qué para algunas personas es tan difícil considerar la existencia de fuerzas invisibles que pueden ser manipuladas para producir determinados efectos?

Hay cosas intangibles en nuestra vida cotidiana como las emociones, sentimientos, pensamientos, elementos como el oxigeno y los gases contenidos en el aire que respiramos –por citar sólo algunos- que aunque no son perceptibles para el ojo humano sabemos que están ahí y son esenciales para el normal desenvolvimiento de la vida.

Entonces, la brujería existe en tanto hay una dimensión intangible en nuestra existencia, que puede ser manipulada por ciertas personas que tienen la capacidad de adentrarse en esa realidad para producir ciertos efectos en el mundo material. La pregunta pertinente es: cómo podemos interactuar con esa dimensión intangible de la realidad, para producir efectos positivos en nuestra existencia.


La clave quizás se encuentre en aprender a observar y reconocer aquellas fuerzas intangibles que se encuentran dentro de nosotros, y a través del conocimiento de aquello que subyace en nuestro ser interno podremos comprender y aprovechar las fuerzas visibles e invisibles de nuestro mundo externo.
Adaliz Buitriago.
Nei Dan Magazine No. 257 (17-11-09)
Sección: "El sanador interno".


No hay comentarios.:

Publicar un comentario