martes, 1 de noviembre de 2016

ARTÍCULOS (Magazine No. 551)

TRATAMIENTO DEL ASMA, MEDIANTE TERAPIA QIGONG


Por Núria Leonelli, jul 2, 2010
El asma es una enfermedad respiratoria que afecta aproximadamente a un 8% de las personas adultas en España. Se caracterizada por la inflamación crónica de los bronquios que causa episodios recurrentes de sensación de falta de aire, pitidos o sibilancias en el pecho al respirar, tos y sensación de opresión en el pecho.

La causa que provoca el asma puede ser causada a la alergia de ácaros, pólenes de los árboles o flores, animales domésticos, humo de tabaco, humedad, contaminación atmosférica, cambios bruscos de temperatura, estímulos éstos que en una persona susceptible genéticamente pueden desencadenar un incremento en la inflamación y bronco constricción con disminución del calibre bronquial que dificulta la respiración y origina los síntomas de las crisis. El origen del asma también se asocia a trastornos de estrés emocional.

La práctica de una actividad física o deporte no supone una contraindicación para el asmático, sino todo lo contrario, se considera una parte importante en el tratamiento integral del asma y proporciona importantes beneficios físicos y psíquicos al paciente que sufre esta enfermedad. Los neumólogos recomiendan aquellos deportes de intensidades aeróbicas medias y de duración media a larga. La práctica del Qigong, atenúa esta enfermedad, dado que trabaja la relajación, enseña el hábito de la respiración abdominal y respiración completa, entrena la movilidad de la caja torácica y de los músculos respiratorios y restablece el equilibrio energético en los riñones y pulmones.

Saber relajarse, ayuda a controlar la ansiedad en el momento de crisis de asma y logra un mayor autocontrol y conocimiento del propio cuerpo. Se ha comprobado que la relajación actúa sobre el organismo, disminuyendo el consumo de oxígeno, la producción de dióxido de carbono, la frecuencia respiratoria y cardiaca y la presión sanguínea. Por otro lado, sus efectos comparten también la reducción del acido láctico, sustancia producida por el metabolismo del músculo esquelético y asociado a la ansiedad y la tensión.

El Qigong entrena la respiración abdominal que consiste en distender y relajar la zona del bajo abdomen en la fase de inspiración, lo que facilita al músculo diafragmático moverse hacia abajo. De esta manera los pulmones disponen de más espacio en la parte inferior, entonces los lóbulos incrementan su dilatación y expansión y por tanto la capacidad de intercambio de oxigeno y dióxido de carbono. El bajo abdomen se contrae en la fase de espiración y el diafragma vuelve a subir. El ciclo de inspiración y espiración siempre se realiza por la nariz, de manera suave, muy lenta, continua y silenciosa. Son muchos los ejercicios de Qigong que enseñan la respiración completa en la que las áreas abdominal, torácica y clavicular intervienen en el proceso de respiración. El practicante es consciente y controla en todo momento una respiración correcta y adecuada factor clave que ayuda a superar el asma crónico o crisis de asma. Varias series de ejercicios de Qigong actúan específicamente sobre la cintura escapular y la caja torácica que la movilizan y flexibilizan hacia diferentes direcciones proporcionando un suave masaje sobre los pulmones que son estimulados y activados. Los brazos se mueven arriba y abajo, adelante y atrás para aumentar los espacios intercostales y entrenar la musculatura respiratoria.

Según la Medicina Tradicional China, el asma se origina por un desequilibrio energético en los riñones y en los pulmones. “Coger la luna del fondo del mar y colgarla en el cielo” y “La grulla blanca despliega las alas”, son dos ejemplos de ejercicios que actúan sobre los riñones y pulmones, con firmeza y suavidad, siguiendo los principios del Yin y Yang, para restablecer el equilibrio energético de estos órganos.

Gracias al Qigong, el enfermo de asma nota al cabo de pocos meses de práctica,  un fortalecimiento especifico del sistema respiratorio y general del organismo que se traduce en una mejora del sistema inmunológico y de la capacidad vital.

La integración del Qigong en el tratamiento del asma genera, sin duda alguna, efectos terapéuticos beneficiosos. Los ejercicios del Qigong son seguros, no tienen contraindicaciones son fáciles de aprender y aplicar correctamente y enseñan al enfermo a controlar su conducta durante las crisis e ínter crisis del asma. Además, ayuda a moderar el consumo de medicación farmacológica y consecuentemente sus efectos secundarios.

Núria Leonelli
Directora y Profesora del Instituto Qigong




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