El SANADOR INTERNO
El movimiento Tierra según la
medicina tradicional china fue el título de nuestra pasada entrega de El
Sanador Interno. En esa oportunidad consideramos las generalidades y
características que definen este reino mutante de la energía, como también se
le conoce. Más allá de ser uno de los cinco movimientos del ciclo generacional,
debemos tener en cuenta que en un principio se le daba a la Tierra una posición
de centro.
En ese contexto, la Tierra era
una referencia para el resto de reinos mutantes, un lugar de encuentro, un
punto de poder donde se mantenía el equilibrio. El centro era considerado un
lugar de conocimiento, de interrelación y de movimiento alentador.
Dice también la Tradición que “el
el ser de humanidad es consecuencia de las influencias del cielo sobre la
tierra”, por lo tanto cuando éste se encuentra sintonizado con el cielo, entra
en un estado de armonía consigo mismo y con los otros elementos: el agua, la
madera, el fuego, el metal, pero sobre todo con la tierra, su morada.
Con el pasar del tiempo el ser de
humanidad ha ido perdiendo esa conexión con el cielo, vemos que con su propio
accionar quiere gobernar, controlar y dirigir, por lo tanto la Tierra pierde su
referencia de centro, desplazándose y ocupando un lugar dentro de los otros
cuatro movimientos de la energía, pasa a ser en reino que resulta de la
actividad del fuego celeste.
Si bien antes el equilibrio
estaba en un elemento central que regulaba la acción de los otros cuatro, ahora
el centro se desplaza para ocupar un lugar dentro de la coordinación entre
todos los reinos mutantes. Si antes la relación era favorecer el paso de una
actividad a otra, a través del ciclo de generación, ahora posibilita la
aparición de una acción de control entre las actividades.
De esta forma, la Tierra se ha
constituido en el punto de apoyo de los otros reinos, de los que es también su
madre. Así vemos que los vegetales, la madera nacen de la tierra en el campo;
el fuego nace de los volcanes de la tierra; asimismo el metal nace de sus
entrañas, y el agua de sus fuentes.
De ahí que los cinco reinos
mutantes sean en realidad cuatro centralizados, puestos en interacción gracias
a un Centro. El reino mutante de la tierra son los cuatro en evolución. Pero
aún habiéndose desplazado de su posición central, sigue siendo el catalizador
de las mutaciones de un reino en otro y de las mutaciones dentro de cada reino.
Por esta razón proponemos cerrar la presente entrega con una meditación sobre
el ideograma de zhong.
ZHONG:
Este ideograma nos muestra la
imagen antigua del centro.
Vemos un rectángulo atravesado
por una línea que viene del cielo. Así es el equilibrio.
El rectángulo
simboliza la estructura del ser y la línea que lo atraviesa, la fuerza del cielo.
El ser de humanidad entonces encuentra su centro cuando se deja atravesar por
los designios divinos. Cuando se sintoniza con la fuerza creadora que le da
vida y humildemente acepta lo que su corazón manda. La mente entonces deja de
obstaculizar la sabiduría interior.
Una forma de
trabajar con este ideograma, es a través de una meditación activa para la cual
trazaremos cada una de las líneas que lo conforman utilizando nuestras manos
como pincel. Para comenzar colocamos nuestras manos con las palmas hacia arriba
y pedimos mentalmente permiso al cielo para trazar el ideograma de zhong.
Podemos
sentir una ligera sensación de calor en nuestras manos, cosquilleo o sensación
particular que nos indica que estamos listos para comenzar a trazar el
ideograma usando nuestras manos como pincel cada una de las partes del
ideograma de la siguiente manera:
Se
empieza con la mano izquierda descendiendo. Este trazo corresponde al padre
en el misterio de tres sustentado en las grandes tradiciones desde los
orígenes de la humanidad.
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Luego
continuamos el trazo con la mano derecha, en dirección de izquierda a derecha
y de arriba hacia abajo. Este segundo trazo significa el cielo que se expande
en el universo circular. También representa al hijo en el misterio del tres.
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Con la
mano izquierda cerramos el cuadro. Este trazo representa la Tierra. También
se refiere al Espíritu Santo en el misterio del tres.
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Por último
centramos trazando la línea central. Con este trazo centramos la fuerza de lo
celeste, impregnando a la materia y le da el soplo
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Este
ideograma presenta dos intercepciones en su trazado:
La
primera o superior produce el ideograma de lo perfecto bajo la influencia
celeste.
La
segunda intercepción produce el ideograma de lo perfecto bajo la influencia
de lo terrestre.
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Las dos
líneas verticales representan dos manifestaciones de Dios:
La
primera línea vertical (con la que empezamos el trazado) es la manifestación
yin de Dios.
La
segunda línea vertical (con la que terminamos el ideograma) se corresponde
con la manifestación yang de Dios.
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EL SANADOR
INTERNO ANTERIOR
No. 537: “El movimiento tierra según la MTCH. Breves
notas para la reflexión” http://robertochikung.blogspot.com/2016/06/el-sanador-interno-adaliz-buitriago.html
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