martes, 5 de noviembre de 2019

SECCIONES MENSUALES Videos, Música, Reseña de Libro (Magazine No. 610)

COMO NO TODO ES TAI CHI:

VIDEOS (Colaboraciones):
“Nat King Cole – Unforgettable” (Cortesía de Yilda Conquista)


“¿Por qué Sócrates odiaba la democracia? - School of Life” (Cortesía de Hernani Jiménez)


“Cómo abrir tus 7 chakras según lo explicado en una exposición para niños” (Cortesía de Josnil Rojas)




Música: “Celia & Johnny: Tremendo Caché”


Johnny Pacheco (República Dominicana / 1935-) es, junto a Jerry Masucci, uno de los fundadores del Sello Fania, discográfica con la cual identificamos el boom de la salsa brava y la salsa progresiva de inicios de los años setenta del siglo pasado. Sin embargo, a mediados de esa década, Pacheco comenzó un proceso que se ha denominado de “matancerización” de la salsa, es decir, de volver al sonido de La Sonora Matancera cubana de los años cincuenta, con tumbadoras y bongó (sin timbal) y dos trompetas, sin los trombones característicos del sonido “salsa” de Nueva York. Para muchos esto representó un proceso “reaccionario” (en términos de la música latina de ese momento) pues iba en contra de la salsa de avanzada, que fusionaba más con el jazz y el rock, e, incluso, con el folklore de los diversos países latinoamericanos, y era más experimental a nivel de arreglos, sección rítmica y letras de las canciones.

Puede que Pacheco lo viera de otro modo: que la salsa experimental debía ser equilibrada por una música que hiciera más hincapié en el sabor y el aspecto bailable de la salsa, cosa que a veces era relegada a segundo plano por la salsa progresiva. Al jazz le había pasado algo similar a partir del be-bop, perdiendo su condición bailable y su énfasis en el swing, cosa que lo convirtió, de ser el género más popular en EEUU, a uno dirigido sólo a escasos y selectos escuchas. Quizá Pacheco creyó que debía, al menos, equilibrar las tendencias de la salsa de ese entonces, so pena de perder el inmenso público que se había ganado con el boom.

Pacheco, que había hecho sobre todo charanga desde los años sesenta, a partir de 1964 siempre trató de diferenciar su sonido de otros grupos y orquestas, dándole primacía a las trompetas, y apegándose al esquema cubano de La Sonora Matancera. A finales de la década se opuso férreamente al boogaloo y logró que entrara rápidamente en declive. Es paradójico porque como director de las Fania All Stars se transformó en un verdadero rock star, mientras que con su orquesta pulía y refinaba el viejo sonido “matancero” (el "tumbao añejo"). Rubén Blades afirma, que el fracaso de la visita de la Fania All Stars a Cuba en 1979 se debió a la postura de Pacheco de presentar versiones de clásicos cubanos, para que los de la isla se convencieran de que ellos sólo eran conservadores y difusores de su música en el exterior, en lugar de presentar las piezas vanguardistas de la orquesta como Juan Pachanga.

En todo caso, el arte obedece realmente a la primacía de la excelencia y no a la de la adecuación temporal, de modo que muchas obras conservadoras en su momento logran pasar la prueba del tiempo gracias a su calidad, mientras que muchas piezas de avanzada son olvidadas por no lograr alcanzar una excelencia acorde con sus propuestas. Bach era considerado en su tiempo, incluso por sus hijos, un músico pasado de moda. Pero la vasta obra musical barroca de Bach es de una calidad tal, que muy pocos compositores del estilo galante (rococó) y de inicios del clasicismo han logrado alcanzar, y tan sólo en contadas piezas.

Si hay algo que no se le puede negar a Pacheco es que es el maestro del “sabor”. Justamente, en compañía de la sin par guarachera Celia Cruz ( Cuba / 1925-2003), alcanzó la cúspide del estilo “matancero” gracias a tres álbumes: “Celia y Johnny”, “Celia y Johnny: tremendo Caché” y “Recordando el ayer” (junto a Justo Betancourt y Pappo Lucca).

Hoy les traemos una obra maestra del sabor afrocubano: “Celia y Johnny: Tremendo Caché” (Vaya Record / 1975). De ese álbum les ofrecemos: Tres días de carnaval; Sopita en botella; y Los negros de la Verdegué.

“Celia y Johnny: Tremendo Caché”. Créditos:
Johnny Pacheco – Güiro & Quinto
Papo Lucca – Piano
Johnny Rodríguez – Conga
Héctor “Bomberito” Zarzuela – Trompeta
Luis “Perico” Ortiz –Trompeta
Víctor Venegas – Bajo
Charlie Rodríguez – Tres
Ismael Quintana – Maracas
Louis Mangual – Bongos
Miguel Gutiérrez – Tambora

Tres días de carnaval (Carlos Estrada). Sólo de trompeta de Luis "Perico" Ortiz.


 Sopita en Botella (Senen Suárez). Sólo de piano de Pappo Lucca. 



Los negros de la Verdegué (Tite Curet Alonso). Bomba puertorriqueña.



RESEÑA DE LIBRO



CHI KUNG: El camino de la energía. El arte chino de la fuerza interna.
Integral: España, 2002.

Lam Kam Chuen
Después de un tiempo les vuelvo a reseñar un libro manual. CHI KUNG: El camino de la energía es una publicación que nos permite adentrarnos en la práctica del “Zhan Zhuang” (se pronuncia Jan Jong), término que significa “estar quieto como un palo” o “estar quieto como un árbol”.

Paradójicamente pese a que el ejercicio consiste en no realizar movimientos a voluntad, con el Zhan Zhuang  se crea y libera un gran flujo de energía natural con repercusiones favorables en nuestra salud, física y mental. Este ejercicio aprovecha la energía latente, esa que permite los movimientos automáticos del organismo (latidos, respiración, movimientos intestinales, etc.), así como la ocurrencia de sus procesos químicos y eléctricos, para desbloquear y restaurar el Ch´i (energía vital).

Su práctica se ha incorporado a protocolos médicos en varios centros de salud en China por sus efectos positivos en el sistema inmunológico, el tratamiento de enfermedades crónicas, la regeneración natural del Sistema Nervioso y la vitalidad. 

Los pasos para aprender a realizar un buen Zhan Zhuang se exponen en diez capítulos. Dirigido a todas las edades con este libro, el autor promueve el desarrollo de habilidades para lograr una adecuada respiración, relajación, visualización y finalmente, la autocuración.

Josnil Rojas


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