¿CÓMO SANAR AMBIENTES ENFERMOS?
La
pérdida de la armonía en el ritual de la vida, devorado por una carrera caótica
que marcan nuestro día a día, y la consecuente perturbación de los ambientes
que habitamos, es el tema al que buscamos dar respuesta en la presente edición
de El Sanador Interno.
Levantarnos temprano y arreglarnos lo mejor
que podamos, realizar el mínimo aseo posible con un poquito de agua que, en el
mejor de los casos, hayamos podido recolectar la noche anterior.
Una
vez arreglados para la nueva jornada, correr a la parada de autobús a ver si
logramos abordar una unidad que nos lleve a nuestro destino, encontrándonos con
los ojos acusadores de quienes llegaron primero a la caza del transporte. En
caso contrario, tocará caminar hasta la estación de metro más cercana, muchas
veces bajo un sol inclemente.
A
lo largo del día ocurre lo mismo de siempre, las mismas noticias en una
realidad marcada por un deterioro que cada vez es más fácil de anticipar, ante
una retahíla de quejas que la masa social repite al unísono, como un mantra,
pero esta vez para destruirnos ¿En algún momento, nos daremos cuenta de que si
continuamos en la queja, la resignación y en no hacer nada, cada vez estaremos
peor?
Las
ciudades también se enferman, con sus casas y edificios, sitios de
esparcimiento, oficinas públicas y privadas, de la misma manera en que lo hace
una persona.
Generalmente,
se toma como punto de partida de la enfermedad la fecha en la que es
diagnosticada por un especialista, cuando la realidad es que viene tomando
cuerpo desde hace años, gracias al sostenimiento de malos hábitos de vida, mala
alimentación, mal manejo de emociones y pensamientos, y hasta de malas
compañías, como cuando permitimos la influencia de personas tóxicas en nuestras
vidas. Hasta que un día, la enfermedad se manifiesta con síntomas claramente
perceptibles por la persona que la sufre.
Algo
semejante ocurre con los espacios públicos de las ciudades, y sus
espacios privados. Por ejemplo, se dice que los ambientes de hogares y
edificios se enferman, cuando las personas que los habitan permiten que reine
el caos, el desorden y la suciedad en esos espacios. De ahí que muchos guías
espirituales, y terapeutas holísticos recomiendan mantener en perfecto orden y
cuidado los espacios que habitan las personas que los consultan.
Se
sabe, que cuando las cosas comienzan a dañarse en un hogar, bombillos que se
queman y no se cambian, artefactos eléctricos que no se reparan, suciedad que
se acumula en las esquinas, y reina el desorden en las habitaciones, se
comienza a generar un campo de energía a su alrededor que hace que todo el
ambiente del hogar se perturbe creando mayor caos y daños en la infraestructura
del lugar.
¿Cuál
es la solución? Es muy sencillo, cuidar de los ambientes que habitamos de la misma
manera en que deberíamos cuidar de nuestra propia salud. Es decir, mantener los
espacios limpios y en orden. Prestar atención a las cosas que se dañan para
darle solución a la mayor brevedad posible. Y procurar un ambiente positivo
entre quienes habitan el hogar, propiciando pensamientos y sentimientos que
vibren en el rango del amor.
¿Y
qué hacer si ya el ambiente está perturbado? En ese caso, se recomienda hacer
un plan de limpieza y atención de las zonas afectadas que permita ir paso a
paso, es decir un día arreglas tu guardarropa, otro día terminas de arreglar tu
habitación, otro día arreglas o limpias cualquier otro ambiente de tu hogar
hasta que finalmente todo esté en orden.
Si
todos hacemos eso, poco a poco los espacios que habitamos comenzarán a resonar
en el orden y esa resonancia debería manifestarse en el espacio público de la
ciudad. Seguramente, a nivel individual no podemos solucionar el problema de la
recolección de basura en la ciudad, pero si en lo personal evitamos dejar
basura en lugares públicos, ya estaremos dando un paso importante para la
sanación de los espacios públicos.
Espero
que estas breves reflexiones te ayuden a sanar tus ambientes y a vivir con un
poco más de armonía con tu entorno. Los espero en una próxima edición de El
Sanador Interno.
EL SANADOR INTERNO (ÍNDICE)
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