QIGONG,
EJERCICIOS PARA EL DESPERTAR (I)
Por
Hu Yue Xian
El
Qi Gong forma una parte muy importante de la Medicina Tradicional China. Una
persona puede equilibrar su cuerpo, emociones, mente y espíritu a través de sus
formas, automasajes y ejercicios meditativos cuyo cuerpo de conocimiento está
basado en el pensamiento filosófico de la China antigua. Hu Yue Xian ha
dedicado su vida al estudio y la práctica del Qigong y la Medicina Tradicional
China. Ha querido hacernos llegar esta sencilla práctica destinada a hacer
circular el Qi de todo el cuerpo antes de levantarnos y así abordar el día
llenos de energía y armonía.
El
espíritu del cielo es el sol. El espíritu de la persona es el ojo. Se utiliza
el espíritu como guía y el qi o soplo vital para mover el cuerpo.
Siguiendo un método establecido, el automasaje de los meridianos del cuerpo
ayuda a regular el funcionamiento de los órganos internos. Desde el exterior se
regula el interior, y desde el interior se modifica el exterior. Tras años de
práctica dedicada de Qigong, se puede evitar la pérdida de visión, la sordera o
la caída de dientes, y se retrasa el envejecimiento conservando un aspecto
joven y saludable, de tal manera que podemos disfrutar de la vida de una forma
sana y natural.
El
Qigong es un método de entrenamiento y cultivo personal muy popular en todo el
mundo. Si tenemos problemas de salud, con la práctica del Qigong, podemos
llegar a curarlos, y si gozamos de buena salud fortalece el cuerpo, estimula
nuestro potencial e incrementa la inteligencia. Pueden practicarlo tanto
mujeres como hombres de todas las edades.
Tradicionalmente
el Qigong se clasifica como una disciplina de gran importancia dentro del campo
de la medicina china. La teoría y la práctica del Qigong están basadas en el
pensamiento filosófico de la China antigua, los principios del yin y el yang y
las Cinco Fases, los síntomas de las Cinco Vísceras y la teoría de los
meridianos.
Los
conceptos de "esencia" (jing), "soplo vital" (qi) y
"espíritu" (shen), los Cinco Movimientos (asociados a las Cinco
Vísceras) y los seis tipos de qi, la conexión entre el cielo y el ser
humano, también forman parte del complejo sistema teórico y práctico del
Qigong.
Según
el Qigong el ser humano no sólo se concibe como una entidad corpórea sino que
también engloba cada una de las partes del cuerpo, así como su forma y función.
La forma, la estructura y la psicología engloban los conceptos de esencia,
soplo vital y energía, y se perciben el ser humano, la naturaleza y la sociedad
como un todo orgánico, en el que todas las partes se complementan y se influyen
mutuamente.
Todos
los cambios que se suceden en la naturaleza, así como las diferentes
actividades sociales, tienen un efecto claro en la salud y la vida. Practicar
Qigong es además una forma de cultivo personal: se cultiva el espíritu
primordial (yuanshen), la energía vital (yuanqi) y la esencia en su estado
primitivo (yuanjing).
Una
vez que el cuerpo rebosa esencia (jing), gozamos de suficiente energía (qi) y
el espíritu (shen) está limpio. De esta forma estaremos de manera natural en
armonía con todo lo que nos rodea, alcanzaremos un equilibrio personal por los
cambios derivados de las actividades sociales y disfrutaremos de buena salud.
Estos
métodos taoístas chinos nos permiten mantener un aspecto joven y saludable (zhuyan
shu). Por la mañana, al salir el sol, el qi de tipo yang de nuestro
cuerpo también comienza a abrirse. Por tanto, el momento más adecuado para
practicar Qigong es inmediatamente después de despertar, justo cuando el
cerebro no tiene dificultad para pensar, aún no hemos articulado ningún sonido
ni comenzado a trabajar, y el qi y la sangre, el yin y el yang se
encuentran perfectamente equilibrados y en orden.
El
automasaje que se describe a continuación es una forma de Qigong concebida para
ser realizada nada más despertar, antes de levantarse.

AUTOMASAJE PARA EL DESPERTAR
Ejercicio nº 1
Concéntrate
en el corazón y en el vientre. Apoya la mano derecha sobre el esternón y la
izquierda encima, y presiona mientras las haces bajar hacia el vientre.
Repítelo 36 veces.
Ejercicio nº 2
Si
eres hombre, sitúa tu mano izquierda sobre el ombligo y la mano derecha sobre
la izquierda. Traza primero 36 círculos de pequeño a grande, subiendo las manos
por el lado izquierdo y bajándolas por el derecho. Después, describe 24
círculos en sentido contrario. Si eres mujer, sigue las indicaciones tal y como
muestra el dibujo, colocando la mano derecha sobre el ombligo y la izquierda
sobre la derecha. Traza 36 círculos de pequeño a grande subiendo las manos por
el lado derecho y bajándolas por el izquierdo, y 24 círculos al contrario.
Ejercicio nº 3
Concéntrate
en el calor del vientre y guíalo mentalmente hacia atrás, a la altura de la
cintura, y a continuación al bajo vientre.
Ejercicio nº 4
Frota
nueve veces la cara interna y otras nueve la cara externa del antebrazo
derecho, de arriba abajo y de abajo arriba. Haz lo mismo con el antebrazo
izquierdo.
Ejercicio nº 5
Frótate
las palmas de las manos nueve veces. Frota nueve veces el canto del pulgar de
una mano hasta la muñeca, y después haz lo mismo con el canto del meñique.
Repite el proceso con la otra mano.
Revista
TAI CHI CHUAN, No. 1, otoño 2004
(Continuará...)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario