EN BUSCA DEL ARTE
MARCIAL
Por Thomas Pinheiro
En
la actualidad existen cientos de estilos marciales, dividido en dos categorías,
externa e interna; esto, sin embargo, es algo relativo, porque, aunque
diferentes, están siempre presentes ambas orientaciones, y al estar presentes
en mayor o menor cantidad, en algunos estilos, se logra un mayor equilibrio,
como en el Wing Chun.
En
la búsqueda para practicar un estilo de arte marcial, existen diferentes
intereses que pueden empujar a su escogencia. Que van desde la demanda de una
efectiva defensa personal o la búsqueda de auto-afirmación, mediante la
aplicación de una verdadera práctica del deporte o de defensa. Es común a los
adolescentes, que necesitan tener una comprensión de sí mismos y un temple de
su carácter más allá de los impulsos primitivos, como lo son la agresión y la
desobediencia. O, en otra situación, se busca el área de seguridad
profesionales y de personas interesadas en la seguridad, dada la preocupación
por el caos social en que vivimos hoy.
Otros
motivos pueden ser la búsqueda de un arte marcial como una actividad física,
que proporcione una optimización de la infraestructura física, con trabajo
aeróbico y anaeróbico. También hay una necesidad importante en la búsqueda de
un estado de equilibrio de la mente que establece los requisitos del ejercicio,
un campo para el cultivo de la intensión, una mejora en el control emocional,
la concentración y la eliminación del estrés.
Me
gusta la tercera fuente que impulsa la búsqueda de una práctica del arte
marcial: la acumulación de nuevos conocimientos, la cultura, el ocio, la
afición.
La
suma de los intereses de la propia constitución psicológica, biológica y social
ofrecerá la elección, la práctica y tal vez la condición de alcanzar un nivel
más alto en la práctica del arte marcial elegido.
Bajo
los términos de la demanda de protección personal, la formación debe mostrar
los resultados, por lo que el campo de la aplicación es crucial, ya que en éste
reside el sentido en teoría. Este sentido viene con el entrenamiento diario y
la capacidad de percepción de estudiante.
Avances
al hablar, escribir en una pizarra o al entrenar encontramos dentro de tal o
cual estilo, donde nos hemos formado o entrenado con este o aquel maestro o
profesor, que estos factores (aplicación en teoría y práctica) por sí solos no
proporcionan un aprendizaje funcional. Pudiéramos decir que esta sería la parte
difícil, el arte marcial agresivo, y cómo ambas pueden ser representadas como
polaridad Yang.
De
una actividad física y mental, el estudiante tendrá un enfrentamiento consigo
mismo, con sus limitaciones físicas y mentales. Un ejemplo común es la persona
que resuelve la formación Wing Chun, la cual se puede imaginar estar
físicamente en forma y así se juzgan con total capacidad de asimilar lo que se
transmite. Pero con el tiempo esta persona no está clara en su formación, está
demasiado tensa y es difícil que acepte la crítica y la orientación del
profesor.
Sus
músculos y la coordinación no funcionan para la dinámica de la técnica, la
tensión, en la mayoría de las veces, proviene de la psique del individuo, que
también impiden el aprendizaje, que, generalmente, son negadas
inconscientemente por el individuo. Se evalúa juzgando por lo alto del tamaño físico:
la distancia (por ejemplo) es una cuestión técnica que bien entrenada permite
un mejor uso, una mayor acumulación de energía, una capacidad de superar los
obstáculos que no comunes. Lo psicológico es muy importante porque influye
directamente en obtener y utilizar técnicas, que incluyen: respiración,
coordinación, velocidad, potencia, percepción. Esto es sólo una parte del
entrenamiento, tan duro como sólo lo es el punto de vista de la defensa
personal, pero él se encargará de la mejora del individuo en una aplicación
real. Sería la representación del polo Yin.
El
enfrentamiento entre el espíritu guerrero, agresivo, con el control de sí
mismo, paz interior, da una forma dinámica en el individuo, así como el Yin y
Yang (fuerzas opuestas) en el universo, a veces uno más dominante que la otra,
pero que siempre están presentes, en la búsqueda de un equilibrio.
El
significado para la formación dentro de un arte se refiere a la búsqueda de
algo dinámico, complejo, con sus teorías, y las normas que permiten el
aprendizaje y el mantenimiento de la técnica practicada de generación en
generación.
El
estudio de lo que se aprende está contenida en la fórmula inicial y permite que
el aprendizaje dé nuevos descubrimientos y usos. Es como la vida, en constante
movimiento y sus medios que nunca acabamos de aprender. Entonces, ¿cuál sería
la mejor razón que pudiera tener una persona para practicar el arte marcial?
Usando
como ejemplo el estilo de kung fu, Wing Chun Kuen, que practico, creo que
cualquier forma es válida, pero cuando usted entra en un proceso de formación
el alumno deberá alcanzar como tal, necesidades y descubrimientos que
inicialmente no tenía, donde hay un complemento en todos los sentidos, como
luchador, social e individual, como persona, más equilibrado y responsable en
sus acciones. Tener la conciencia de la finalidad del arte es como tener un
tesoro para el resto de la vida, y que, además de la conservación de la
vitalidad, vamos día a día agregando algo más a este fondo.
En
términos más amplios, la práctica del Wing Chun Kuen permite ir más allá de un
estilo propio, como lo es para llegar a un alto nivel técnico, que inicialmente
se tenía como sólo un prestar más importancia a la "forma", en lugar
de presentar soluciones en la práctica, pero la esencia de la teoría original
sigue intacta, y sigue prevaleciendo.
Nei Dan Magazine No. 222 (17-02-09)
Sección: "Artículos"
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