SENDEROS ESPIRITUALES
El
ser en la búsqueda de su verdad interna puede desarrollarse a través de
diversos campos de exploración; en su travesía es muy probable que transite por
diferentes caminos, uniéndose a los más variados grupos de desarrollo humano en
los que vivirá innumerables experiencias, hasta que encuentre las respuestas a
las inquietudes que subyacen en su alma.
Dos
de los campos de exploración que más llaman la atención de quien escribe son
los siguientes:
1.
El campo de la
comprobación científica del conocimiento oculto.
2.
El campo de la
experimentación mística.
Según
sea el camino que se elija al momento de observar nuestra verdadera esencia,
tendremos a nuestra disposición toda una serie de herramientas orientadas a
ayudarnos en el logro de nuestro objetivo. Por su parte hay personas que
naturalmente se inclinan hacia algún tipo de experiencias según sea su
naturaleza al procesar la realidad.
Hay
quienes tienen con facilidad experiencias místicas al realizar determinadas
prácticas espirituales, o incluso, al abordar estudios esotéricos, sus sentidos
sutiles se abren ante la posibilidad de entrar contacto con otras realidades.
Pero
también existen personas que, independientemente de lo que estén experimentando
durante una práctica espiritual o estudio interno, tienden a buscar la
explicación “objetiva” de la vivencia en cuestión. Según sea nuestra tendencia
natural al abordar nuestro mundo interno y externo, transitaremos por uno u
otro camino espiritual.
Si
en nuestra búsqueda nos movemos por el campo de la comprobación científica del
conocimiento oculto, siempre que seamos perseverantes y estemos centrados en
nuestro estudio, la puerta de la sabiduría antigua se abrirá ante nuestros ojos
para ponernos en contacto con todo el acervo de conocimiento custodiado en las
escuelas donde se imparten enseñanzas esotéricas.
Por
otra parte tenemos el campo de la experimentación mística, al que podemos
acceder a través de distintas vías: movimientos religiosos, escuelas de
meditación, entre otros. Hay quienes llegan a este sendero prácticamente sin
darse cuenta, ya que poseen un alto desarrollo de la intuición se conectan con
facilidad con aquello que mejor sirve a sus propósitos. Al no tener un marco de
conceptos rígidos que limiten su apreciación de la realidad alcanzan con facilidad
nuevas experiencias en la búsqueda de su verdad interna.
En
atención a lo expuesto hasta ahora, vale destacar que no existe un campo de
exploración que sea mejor que el otro. En este sentido, no existe un camino
determinado para que el ser humano alcance su verdad interna. Este quizá sea el
punto débil de muchos senderos espirituales que son promocionados como la única
alternativa para el logro de la realización, imponiendo –muchas veces de manera
tácita- a quienes se adhieren a ellos que abandonen cualquier otra práctica o
creencia de vida.
De
momento, sólo queda señalar que probablemente el mejor camino para el
conocimiento de la verdadera esencia del ser humano sea aquel que logre
armonizar sus tendencias naturales en la forma en que interpreta y se relaciona
con la realidad que conforma su entorno.
Adaliz Buitriago
Nei Dan Magazine 269 (09-03-10)
Sección: "El sanador interno"
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