martes, 4 de abril de 2017

SECCIONES SEMANALES (Magazine No. 568)

RECOMENDACIONES DEL MAGAZINE:

CINE:
  • Nuestros mejores años (Robert Redford y Barbra Streisand / Dir.: Sidney Pollack / TV Filme / Film & Arts)
  • No confíes en nadie (Nicole Kidman, Mark Strong, Colin Firth y Anne-Marie Duff / Dir.: Rowan Joffé / TV Filme / Edge)
  • Cartas desde Iwo Jima (Ken Watanabe y Kazunari Ninomiya / Dir. Clint Eastwood / TV Filme / HBO)


BLOG DE LA SEMANA (Por Katherine Chacón): http://www.sindinero.org/blog/   (blog que te enseñará trucos y recursos para vivir sin dinero.)

 Lorenzo Quinn (Italia/1966): Fuerza de la Naturaleza

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365 MEDITACIONES TAO (Ming Dao Deng)

XI

Sanación

El fuego se enfría.
El agua busca su nivel.

No importa qué tan extrema sea una situación, cambiará. No puede continuar para siempre. Así, un gran incendio forestal está siempre destinado a consumirse a sí mismo; un mar turbulento se volverá más calmo. Los eventos naturales se equilibran buscando sus opuestos, y este proceso de equilibrio está en el corazón de toda sanación.

Este proceso toma tiempo. Si un evento no es grandioso, el equilibrio requerido es ligero. Si es trascendental, entonces puede tomar días, años, incluso vidas enteras para que las cosas retornen a un equilibrio estable.

En verdad sin esos ligeros desequilibrios no podría haber movimiento en la vida. Es el desequilibrio lo que mantiene la vida cambiando. El centro total, el equilibrio total, sería sólo estancamiento. Toda vida es continua destrucción y sanación, una y otra vez.

Es por eso que en medio de una situación extrema, los sabios son pacientes. Ya sea la situación una enfermedad, una calamidad, o su propia ira, saben que después del trastorno vendrá la sanación.


MEDITACIÓN: EL ARTE DE RECORDAR QUIEN ERES (Osho)


“La meditación no es una revolución social, es una revolución individual.

Es un llamamiento al alma individual:

Tú tomas la responsabilidad en tus propias manos.”


CUENTO

POR QUÉ EL COCODRILO TIENE LA PIEL ÁSPERA Y RUGOSA


En algunas aldeas de Namibia cuentan que hace mucho, mucho tiempo, el cocodrilo tenía la piel lisa y dorada como si fuera de oro. Dicen que pasaba todo el día debajo del agua, en las aguas embarradas y que sólo salía de ellas durante la noche, y que la luna se reflejaba en su brillante y lisa piel. Todos los otros animales iban a esas horas a beber agua y se quedaban admirados contemplando la hermosa piel dorada del cocodrilo.

El cocodrilo, orgulloso de la admiración que causaba su piel, empezó a salir del agua durante el día para presumir de su piel. Entonces, los demás animales, no sólo iban por la noche a beber agua por la noche sino que se acercaban también cuando brillaba el sol para contemplar la piel dorada del cocodrilo.

Pero sucedió, que el sol brillante, poco a poco fue secando la piel del cocodrilo, cubierta de una capa de reluciente barro, y cada día se iba poniendo más fea. Al ver este cambio en su piel, los otros animales iban perdiendo su admiración. Cada día, el cocodrilo tenía su piel más cuarteada hasta que se le quedo como ahora la tiene, cubierta de grandes y duras escamas parduzcas. Finalmente, ante esta transformación, los otros animales no volvieron a beber durante el día y contemplar la antigua hermosa piel dorada del cocodrilo.


El cocodrilo, antes tan orgulloso de su piel dorada, nunca se recuperó de la vergüenza y humillación y desde entonces, cuando otros se le acercan se sumerge rápidamente en el agua, con sólo sus ojos y orificios nasales sobre la superficie del agua.
Tradición africana



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