martes, 14 de febrero de 2017

ARTÍCULOS DEL ARCHIVO NEI DAN (Magazine No. 562)

LA MIEL (I)


“En la remota época en que lo hombres de las cavernas masticaban los panales nació la primera receta de miel, agua y posiblemente algunas hierbas aromáticas, usada para casi todo. De allí en adelante la inteligencia del hombre y la experiencia acumulada, multiplicaron las mezclas y descubrieron nuevas combinaciones y usos posibles de la miel.

En la actualidad, los remedios preparados en base a miel no sólo constituyen auxiliares fenomenales de la ciencia curativa y preventiva sino que se han erigido en medicinas que por su exclusiva acción doblegan padecimientos, calman dolores y derrotan enfermedades.

Este capítulo, dedicado a la aplicación práctica de la miel en diversas enfermedades y dolencias, recoge las más importantes de esas recetas. Es esta una guía sencilla y precisa que indica la manera de utilizar las virtudes curativas de la miel en múltiples casos. Incluye solamente recomendaciones cuya efectividad ha sido rigurosamente confirmada por pruebas médicas y científicas altamente confiables. Para mayor comodidad del lector, las enfermedades están citadas por orden alfabético. A su vez, las citas de enfermedades ya mencionadas en otros capítulos así como sus respectivos tratamientos con miel, están aquí ampliadas en la medida de lo exigible para una más integral comprensión.

Afecciones bronquiales, pulmonares y de las vías respiratorias (Asma, catarro, bronquitis, resfriados, catarro pulmonar, tos, tos convulsa). Contra la bronquitis y el catarro, 200 gramos de miel pura con agua hervida y el jugo de cinco limones, tres veces al día. En la noche, una cuarta dosis duplicando las proporciones de la miel y del jugo de limones. Para el catarro pulmonar, té negro con tres cucharadas soperas de miel, antes de acostarse. En este caso se puede agregar a la mezcla una medida de ron o un vaso de vino tinto caliente. Esta misma combinación combate espléndidamente los resfriados y la tos, si se ingiere antes de dormir y poco antes de levantarse en las mañanas. Para cualquier afección de las vías respiratorias también resultan eficaces las inhalaciones de miel. La miel se puede utilizar vaporizando unos 100 gramos de miel en un litro de agua. Bastará con una sesión diaria de cinco minutos.

Para la tos convulsa y el asma es menester combinar el tratamiento indicado para el catarro y la bronquitis con las inhalaciones. Si la afección es muy aguda, el tratamiento deberá aplicarse cinco veces al día. En caso contrario bastarán tres.”

Afecciones cardiacas. Unos 150 gramos diarios de miel favorecen el normal funcionamiento del corazón. Ese tratamiento, que puede duplicarse en caso de necesidad, es suficiente para dar energía al corazón, mejorar la composición de la sangre, disminuir las arritmias cardiacas y fortificar los vasos sanguíneos.

Afecciones del estómago. Para todo tipo de afecciones estomacales la miel es uno de los medicamentos naturales más indicados. En estos casos la miel puede ingerirse sola o disuelta en agua pura, en cantidades que van de 150 a 250 gramos diarios, divididos en tres o cuatro dosis. El uso de la miel en reemplazo del azúcar complementa admirablemente este tratamiento.

Cuando el malestar es fuerte, conviene incorporar al tratamiento dos dosis adicionales  de 100 gramos de miel pura cada una, sola o disuelta en agua mineral. Estas dosis deben ser ingeridas una hora antes del desayuno y dos horas antes de la cena.

En todos los casos, el agua utilizada debe estar templada, pues en estado frío puede ocasionar efectos nocivos, cuando se trata de males estomacales.




Afecciones de la garganta (inflamaciones, amigdalitis, anginas, etc.). Consumir 150 gramos de miel al día. La miel debe ingerirse en estado puro, en pequeñas dosis, que se dejarán permanecer en la garganta todo el tiempo que sea posible.

Completar este tratamiento con gargarismos, para lo cual se debe utilizar una mezcla de agua previamente hervida, dos cucharadas soperas de miel y el jugo de tres limones. Estos gargarismos se pueden repetir dos veces al día.

Es indicado también el uso externo de la miel, en forma de ungüento. Para ello mezclar miel, un poco de harina, e jugo de medio limón y una yema de huevo. Preparar con eso una pasta y aplicársela en la garganta, dos veces al día.

El ungüento debe cubrirse con una franela, para que se conserve en su sitio y mantenga el calor necesario para potenciar su acción. Se debe aplicar preferentemente en las noches.

Afecciones reumáticas: Tres cucharaditas soperas de miel cada mañana, constituyen un tratamiento excelente para el reumatismo y también para la gota. En estos casos, la miel debe ingerirse en ayunas.

Afecciones del hígado: Dos cucharaditas de miel en ayunas el primer día del tratamiento y una de aceite e oliva el día siguiente. Continuar alternando la miel y el aceite durante tres meses, si se trata de una afección aguda. En caso contrario, el tratamiento debe cesar a los treinta días.

Afecciones de los intestinos: (Colitis, diarrea, etc.) res cucharaditas soperas de miel disuelta en agua, dos veces al día durante tres semanas. Estas dosis deben complementarse con la dieta que indique el médico.

(Continuará…)

La miel, polen y jalea real. Sus propiedades curativas. 
Lewis Mencken
Nei Dan Magazine No. 284 (29-06-10), No. 288 (27-07-10), No. 292 (24-08-10) y No. 296 (19-10-10) 
Sección: "De plantas y algo más" (Yilda Conquista)


No hay comentarios.:

Publicar un comentario