martes, 6 de septiembre de 2016

ARTÍCULOS (Magazine No. 543)

ENTREVISTA CON BARBARA KIRSHENBLATT-GIMBLETT (y Fin)

Tropism No. 12 de Susy Gablick

Por Susy Gablick
SG: En un de sus ensayos usted pregunta: "Hay algo que sea realmente posible ahora? Están listos los museos artísticos para tomar seriamente el arte que se hace fuera del mundo del arte? Cuál es su respuesta a esta pregunta?

BKG: Históricamente, el mundo del arte ha tomado seriamente el arte que se hace fuera de sus linderos, pero no a los artistas. El show modernismo/primitivismo, en el Museo de Arte Moderno, hace unos pocos años, constituyó un hermoso caso puntual. Una de las características definitorias del avant-garde es su rechazo a confinarse a los productos de un mundo estrictamente de arte refinado. Su interés y uso de los principios, ideas y sensibilidades de otras culturas - como Brecht confrontando en Europa por primera vez la opera china o Picasso confrontando la escultura africana - está muy lejos del reconocimiento, o del trato como pares, o del tener una genuina relación con los artistas que produjeron esos trabajos. 

SG: Pero en muchos casos los artistas tenían que haber muerto desde hacía mucho tiempo, no es así?

BKG: Pero esa es para  mí una aseveración desafortunada. Gran parte del trabajo del cual hablo no es arqueológico, y no sólo eso, es el dilema, por ejemplo del Museo de Arte Africano, cuando el público general quiere ver el viejo material africano. El museo quiere también tener que ver con los artistas africanos contemporáneos. De otra manera, es como decir que aquellas otras partes del mundo no tienen su propia tradición artística indígena. Pienso que necesitamos borrar la distinción y comenzar otra vez de nuevo.

SG: Diría usted que las versiones más radicales de multiculturalismo nos están conduciendo hacia algo productivo?

BKG: Creo que las cosas están cambiando. Lo se, sobre todo, por la academia que es donde paso la mayor parte de mi tiempo. La academia no es ahora lo que era cuando entré a la universidad en los sesenta tempranos, y puede asegurarle que no es lo que fue en los veinte, y que la diferencia finalmente se ha convertido en la noción de que hay que hacer cambios institucionales importantes si la inclusión se convierte en una realidad. Y la inclusión no puede tener el precio que ha tenido historicamente, que ha sido dejar la diferencia atrás. La inclusión en el pasado no fue expuesta tan vigorosamente, en voz tan alta y elocuente como hoy en día. Y está siendo propuesta por un intelligentsia que surge entre los que historicamente han sido excluidos. Es una enorme diferencia. Absolutamente grande.

SG: En vez de haber sido propuesta por la cultura dominante, o por los mismos "opresores".

BKG: Correcto. El proceso es mucho más lento en algunos sitios que en otros. Pienso que el mundo del arte es especialmente lento para moverse, en parte porque tiene lo que llamaría una "gran base instalada", con lo cual me refiero a tántas instituciones y a tánto dinero presente en el status quo. Sus inversiones y desembolsos son tan extraordinarios que sólo podrá cambiar lentamente. Pienso que mientras más pequeños, más ligeros, los sectores están menos atrincherados.

SG: Diría usted que, más que dentro del modernismo, hay un movimiento que busca traer el arte de vuelta a la vida cotidiana?

BKG: Mi sentimiento general es éste: pienso que mi experiencia en la academia es hasta cierto grado refleja lo que está sucediendo en el mundo del arte, así que permítame comenzar con eso. Siento la experiencia de estar en un suelo en el que las placas tectónicas están moviéndose, así es cómo experimento el mundo en el cual vivo profesionalmente. Estas placas tectónicas son las disciplinas históricas, historia, literatura, historia del arte, que son disciplinas relativamente recientes, del siglo diecinueve. Particularmente en la academia, un siglo de historia humana es nada. Pero como se trata de los cien años que han definido nuestro momento, parece que han estado allí por siempre. Siento que, en este suelo de movimientos tectónicos, esas líneas disciplinarias lucen borrosas, a medida de que estamos más conscientes de la formación política del conocimiento, y cómo el mismo se institucionaliza en departamentos y programas y se hace más difícil defender esos arrreglos. Así que considero mi era  una suerte de era postdisciplinaria. Está más allá de las disciplinas, es  antidisciplinaria. No estoy interesada en sostener las limitaciones de pureza e integridad de lo que se trate, historia, literatura, historia del arte. La interdisciplina dice, mientras más disciplinas, mejor; postdisciplina dice: Olvidémoslas. Quién las necesita? Si hay un problema, vaya a donde quiera por lo que necesita. Así que es una muy diferente orientación. Y siento que lo mismo es verdad para lo concerniente a la cultura. La universidad ha organizado sus campos alrededor de la noción de cultura que es una expresión de nacionalismo. Si vemos la organización de los departamentos, todos están alrededor del concepto de nación, es decir, qué es la literatura inglesa? Sólo recientemente incluye a las colonias, y eso es el imperio. Como se vea, estas disciplinas están formadas historicamente de arreglos políticos. Pero ahora esto está siendo desafiado y creo que el trabajo y lo que él representa, que estaba en el Whitney, es lo que está viviendo en la academia e igualmente en las artes. El hecho es que durante la mayor parte de la historia humana, y en la mayor parte del mundo, hoy, tal separación disciplinaria no existe.

SG: Pero si todos esos linderos los hacemos borrosos, como estaban, el hacerlo no nos causaría la pérdida de la integridad en las esferas profesionales?

BKG: Una vez que formamos esas unidades, tienen vida propia y ellas mismas se perpetuarán indefinidamente. Así que ese no es mi proyecto A menos que ocurra algo radical, el status quo tiene una habilidad fantástica para sostenerse. En lo que estoy interesada es en la desestabilización de la seguridad de que esas divisiones son las más significativas y que las razones que normalmente se dan para sostener ese tipo de especialización, pasen incontestadas. Por muchos años he dirigido un departamento de estudios de actuación, en donde enseño y está afincado en un abordaje integrado de las artes, en la idea de que jamás tendremos verdadero éxito en entendernos con las tradiciones artísticas fuera de Europa, mientras insistamos en las divisiones en las que hemos venido insistiendo. Continuaremos teniendo un curriculum estructurado en términos de "occidente y el resto" mientras tengamos las artes parceladas en la forma en la que las tenemos.

SG: Porque las divisiones son una función de nuestra particular visión del mundo, los "otros" nunca calzarán dentro de él.


BKG: Tenemos que ponerlos con un calzador. Para ser capaces de calzar esas formas, mucho de lo que los hace lo que son, será dejado atrás. Lo que estoy diciendo es que nuestras formaciones disciplinarias son partes y parcelas de la historia de nuestras materias. Eso significa que la historia de las artes en occidente está reflejada en los departamentos que han sido creados para estudiarlos: su historia y las instituciones para estudiarlos se emparejan. Y ese emparejamiento es tan específico cultural e historicamente que es extremadamente difícil alterarlo para que integren las artes del mundo que no están organizadas de esa manera. Los departamentos de música ofrecen un curso de la música del mundo, y cumplen su específico empeño. Un curso en Historia del Arte no Occidental cumple su específico empeño. Un curso en literatura mundial, necesitamos más ejemplos? Todos reflejan la noción: es occidente y el resto - no es una solución. 


Tomado del libro: Conversaciones antes del fin de los tiempos, de Suzi Gablik
Traducción MM



ARTÍCULOS No. ANTERIOR
No. 542: Entrevista con Barbara Kirshenblatt-Gimblett” (II) http://robertochikung.blogspot.com/2016/07/articulos-magazine-no-542.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario