CONTENIDO:
- Recomendaciones del Magazine (Cine y TV)
- Blog de la Quincena (Katherine Chacón)
- 365 Meditaciones Tao (Ming Dao Deng)
- Meditación: El arte de recordar quién eres (Osho)
- Poesía
RECOMENDACIONES
DEL MAGAZINE:
CINE
Y TV:
- Seis grados de separación (Will Smith y Donald Sutherland / Dir.: Fred Schepisi / TV Filme / Sundance )
- Dom Hemingway (Jude Low y Richard E. Grant / Dir.: Richard Shepard / TV Filme / Cinecanal)
- El gran pequeño (Jacob Salvati y Emily Watson / Dir.: Alejandro López Monteverde / TV Filme / ISAT)
BLOG DE LA QUINCENA (Por Katherine Chacón): https://astrosyestrellas.wordpress.com/ Un Blog
de astrología muy interesante, realizado por Andrea Caricato.
365
MEDITACIONES TAO (Ming Dao Deng)
XXXVII
免调和
Disonancia
Cuando los pájaros vuelan
muy alto,
Cantan fuera de tono.
Hay momentos en que nos
sentimos fuera de armonía con lo que nos rodea, las cosas no salen como
queremos, y nos sentimos confundidos y desorientados. A veces esos momentos
durarán un día, algunas veces pueden durar semanas. Cuando nos sentimos así, no
estamos integrados con el Tao, o como se dice a veces metafóricamente, el Tao
ha fluido a otro lado.
El estar constantemente en
sintonía con el Tao es un ideal. Habrá épocas de desgracia y discordia que
vienen de fuentes externas. También podemos caer en falta de sincronía con el
Tao por nuestra propia insensatez, como cuando actuamos sin completa
consideración. Cuando sea que esto pase, somos como pájaros cantando fuera de
tono: Estamos atascados en la disonancia.
Si tenemos paciencia,
usualmente podemos sobrellevar esos momentos. Deberíamos entrar en acción y
romper el estancamiento si se presenta una oportunidad. Ya sea esperando o
actuando, siempre deberíamos tratar de llevar la situación de vuelta al equilibrio
para así poder reintegrarnos al Tao.
Cuando nos encontremos
vinculados otra vez, nos sentiremos aliviados. Estamos de regreso en el camino,
de vuelta al objetivo. Pero deberíamos aprender de cada vez que perdemos el
Tao. A veces eso es suficiente para prevenir recurrencias, y a veces es
suficiente para mantener nuestras esperanzas a flote en futuras épocas magras.
Una vez que conocemos el Tao, lo reconoceremos una y otra vez. No perderemos la
confianza, ni siquiera en tiempos de disonancia.
MEDITACIÓN: EL ARTE DE RECORDAR QUIÉN ERES (Osho)
“Toda
miseria existe para indicarte que en algún lugar te has equivocado, has perdido
el sendero. ¡Vuelve inmediatamente!
Si
empiezas a escuchar tu cuerpo, escuchar la naturaleza, te sentirás más y más
feliz.
Aprende
bien a escuchar la naturaleza.
Escucha
los logos. Escucha a aquellos que
están despiertos a los logos, y
descubrirás que siempre, siempre son naturales. Ellos no fuerzan nada, no
empujan el río, simplemente fluyen con él –y esa es su bendición.”
P O E S Í A
A
LAS COROCORAS
Son las notas de un
acorde,
que arrullan mi alma
invasora,
acorde que dan las aves
junto al color de las
flores,
fingen ser la partitura
de esa música canora
sonido de guacamayas
y graznar de Corocoras.
Cuando camino en el
parque
o mi alma se siente sola
es que busco la belleza
de las plantas,
hay un nudo en mi
garganta
mis palabras ya no
existen
y mi vista se levanta
y vislumbro allá a lo
lejos
un manto de codornices
que no existen, que no
existen,
es que mi mente al viajar
en este ambiente tan
bello
atraen a todo aquello
que la hace divagar.
Noto que hay allí un
lugar
donde a veces yo me
siento
cuando quiero hacer del
cuento
se me haga popular
hay personas especiales
que entienden mis
sentimientos
pues han visto muchos
momentos
que personas como yo,
deambulando sin saber
por cuales caminerías
son mejores estos días
para esconder los enojos
que suceden en la vida.
Allí está un sitio
especial
donde sentarse un momento
y volver a la realidad
pensar que todo es un
cuento
con ese laguito al lado
donde peces y tortugas
y algunas aves zancudas,
al igual que muchos patos
que reclaman tu atención
pa que des de lo que
comes,
y a pesar que hay un
cartel
“no dé comida a los animales”
y como ellos no saben
de esas peculiaridades
no les paran al sermón,
y siguen intentando
comer de lo que tu comes,
hasta que un día
escucharon
a un cliente se le salió,
que una vez allá en
Madrid
comió un pato a la
naranja,
desde ese glorioso día,
ya las aves no te
asedian,
ni tampoco merodean
por allá por la cocina.
Yo que suelo ejercitarme
en el arte del Tai Chi
a veces venia con Jonny,
otras veces con Ramón,
con Elí o con Yu Hong,
ahora lo hago con
Roberto,
a Thaide, la veo sentada
con personas de su
escuela,
son maestros todos ellos
que enseñan las
posiciones,
pa que no te den dolores
al pasar de los
cincuenta,
y mantengas lozanía
mientras llega la
tormenta.
Con ellos suelo venir
a este lugar hermoso,
donde personas,
de muy variadas edades,
atienden los avatares
de mi paseo por el
parque.
Dios le bendiga el lugar
Y bendiga a las personas
Que atienden bien a la
gente
Aquí en el Parque del
Este
Restaurant Las Corocoras.
Por Pablo Emilio González
pakun83@hotmail.com
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