martes, 13 de junio de 2017

SECCIONES SEMANALES (Magazine No. 577)

RECOMENDACIONES DEL MAGAZINE:

CINE:
  • Emperador (Matthew Fox, Tommy Lee Jones y Eriko Hatsune / Dir.: Peter Webber / TV Filme / Space)
  • Amantes (Victoria Abril, Jorge Sanz y Maribel Verdú / Dir.: Vicente Aranda / TV Filme / Sundance Channel)
  • El redentor (Jason Statham y Agata Busek / Dir.: Steven Knight / TV Filme / ISAT)


BLOG DE LA SEMANA (Por Katherine Chacón): https://blogdenotasnietzsche.wordpress.com/ Blog dedicado al fundamental filósofo alemán Frederich Nietzsche.


Hong Kong, 1954
(Cortesía de Violeta Samantha)


365 MEDITACIONES TAO (Ming Dao Deng)

XX

Felicidad

No sigamos a líderes vulgares
Que explotan el miedo a la muerte,
Y prometen la dicha de la salvación.
Si somos verdaderamente felices,
No tendrán nada que ofrecer.

Algunos líderes usan amenazas para ganar adherentes. Invocan la muerte para forzar el buen comportamiento y para arrear gente hacia el paraíso.

Otros te cortejan con grandes promesas. Si no estás satisfecho, te ofrecen felicidad. Si te sientes inadecuado, te ofrecen éxito. Si te sientes solo, te ofrecen aceptación.

Pero si no le tememos a la muerte y somos felices, ¿Qué tendrían estos líderes para ofrecer? La espiritualidad es una parte orgánica de la vida diaria, no algo dispensado por un profesional. La verdadera espiritualidad es liberación, no sólo de las ilusiones de la realidad sino también de las ilusiones de la religión. Si logramos liberarnos del miedo a la muerte, si tenemos una forma de vida sensata y saludable, y si seguimos un sendero de entendimiento a través de la vida, tendremos felicidad y ninguna necesidad de falsos líderes.


MEDITACIÓN: EL ARTE DE RECORDAR QUIÉN ERES (Osho)


“El camino es muy sencillo.

El camino consiste en salir de la mente tantas veces al día como te sea posible.

Siempre que tengas tiempo, sal de la mente.

Unas cuantas cosas pueden ayudarte.

Si no puedes estar sentado en silencio sin más, si sientes que tienes demasiada energía para hacer algo y no lo haces, entonces, toda esa energía se transforma en un juego de la mente, te será más fácil empezar con algo creativo.

Si te gusta la música, escucha música; sumérgete en ella.

Si amas el baile, baila; permítete desaparecer en el baile.

O cualquier cosa; si sabes cerámica, haz vasijas hermosas, poniendo en ello toda tu energía. Cuando pones toda tu energía en algo, la mente no recibe ninguna energía y se vuelve silenciosa por voluntad propia.”


CUENTO

CAMBIO DE ALMAS


Hace mucho mucho tiempo vivió un joven llamado Truong Ba que era muy bueno en el ajedrez chino. La Fama de Truong Ba como jugador del ajedrez se extendió de par en par, a través de Vietnam e incluso traspasó las fronteras de China.

En aquella época, el campeón chino del ajedrez era Ky Nhu. Cuando éste oyó hablar de la fama de Truong Ba, Ky Nhu le desafió a una partida. Jugaron dos juegos, cada uno de los cuales terminó en tablas. Durante el tercer juego, Ky Nhu fue puesto en apuros. Viendo que atrapaba a su opositor, Truong Ba exclamó lleno arrogancia: "incluso el difunto ajedrecista Deity Thich no podría encontrar una salida airosa a mi estrategia."

Las palabras de Truong Ba llegaron a oídos, de Deity que decidió dar al joven una lección.

Así mientras Truong Ba reflexionaba sobre una jugada sentado sobre el tablero de ajedrez en una partida contra Ky Nhu, un anciano se sentó a su lado. El anciano susurró una sugerencia a Ky Nhu, y éste siguiendo su consejo ganó la partida de forma deslumbrante.

El Truong Ba se enfureció pero, al ver que la barba blanca del venerable anciano brillaba intensamente, sospechó que podría tratarse de un dios. Para ganarse su respeto, Truong Ba hincó rodilla en tierra ante el anciano y dijo: "usted debe ser De Thich. Estoy terriblemente apesadumbrado. 

Le pido disculpas humildemente."

"He oído cómo te jactabas de ser el mejor jugador de ajedrez," dijo a De Thich. "Y he venido para comprobarlo".

Truong Ba invitó a Thich a su casa y organizó un gran torneo en su honor. De Thich le tomó aprecio y decidió ayudarle a mejorar su juego. "Cuando necesites mi ayuda, quema un incienso que yo te diré y acudiré," prometió Deity.

Pero años más tarde, Truong Ba cogió la gripe y murió repentinamente. Pasados unos días, su esposa encontró el incienso de De Thich y lo encendió. Al pronto el ajedrecista se apareció. Enterado de que Truong Ba había muerto hacía ya un mes, De Thich se alteró mucho. "¿Cómo no me has llamado cuando murió?", él preguntó a la esposa Truong Ba. "ahora es muy difícil ayudarlo pues ha transcurrido ya un mes."

Enternecido por los sollozos de la mujer que se sentía culpable, De Thich elaboró un plan. "Dime mujer ¿Ha muerto alguna persona en la aldea recientemente?" preguntó.

La esposa de Truong Ba le contestó que el carnicero había muerto la noche antes.

"Entonces lléveme a la casa del carnicero, rápido. Traeré a tu marido de nuevo a la vida!" Apremió el venerable ajedrecista.

Instantes después, los deudos apiñados alrededor del ataúd abierto del carnicero fueron presa del pánico cuando vieron que el muerto se incorporaba. Sin pronunciar palabra, el carnicero salió del ataúd y se encaminó hacia la casa del Truong Ba. Cuando su esposa y los niños llegaron, lo encontraron sentado con la esposa del Truong Ba. La familia del carnicero exigió que volviese a su casa, a lo que el “carnicero” se negaba rotundamente, la situación no podía ser más confusa, e iba a acabar mal. Finalmente, llamaron un funcionario de la aldea para dirimir el conflicto.

El funcionario de la aldea se encontró con dos mujeres que porfiaban en que el mismo hombre era su marido. Llamando aparte a la esposa del “carnicero”, el funcionario preguntó por el trabajo de su marido. - Es carnicero- dijo a mujer-.

-Es un famoso campeón de ajedrez," dijo la esposa de Truong Ba cuando le tocó responder a ella.

El funcionario ordenó a su criado traer un cerdo, entonces ordenó al “carnicero” que lo sacrificase, pero el “carnicero” no tenía ni idea de cómo matar y despiezar un cerdo. El funcionario entonces llamó a un buen jugador de ajedrez para que jugara contra éste. El “carnicero” ganó brillantemente el juego. Al ver este prodigio, el funcionario emitió un veredicto en el favor de la esposa del Truong Ba.
Por eso la gente, recordando el cuento, suele decir: "alma del Truong Ba en el cuerpo de un carnicero".

Cuento vietnamita



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