CHEN
JIAGOU: LUGAR DE TODO LO POSIBLE
Wenxian,
Chen Jiaguo, China.
Definitivamente
Chen Jiaguo es un sitio de experiencias de todos los estilos, colores y
sabores. Mi travesía inicia desde mi casa, Tenerife, hasta Chen Jiaguo,
haciendo dos vuelos relativamente cortos, dos horas y media y otro de dos
horas. Tenerife-Madrid-Frankfurt y uno de larga distancia Frankfurt-Beijing, en
un gran Super Jumbo 380- 800, con capacidad para transportar 800 pasajeros. Me
impresiona sobre manera los inmensos avances de la ingeniería aeronáutica. Y a
ello hay que agregar un viaje en tren de alta velocidad desde la ciudad de
Beijing hasta la capital de la provincia de Henan, Zhengzhou, fue un recorrido
de 700 kilómetros en 2 horas 20 minutos.
Desde
la ciudad de Zhengzhou, personalidades de la organización me esperaban para
llevarme en un coche privado hasta la ciudad Wenxian, a 10 minutos de Chen
Jiaguo. Muchas horas de viaje, pero sin perder la emotividad que me mantenía
con la mente viva y vibrante para tomar parte en este gran encuentro de
discípulos y estudiantes. Describo esto de manera asombrosa ya que me siento bendecido
por este universo que nos cobija a diario y que no deja de sorprenderme a mí
mismo…¡uuufff!
Al
fin arribé al hotel y ya tenían todo preparado. Solo tenía que estampar mi
firma, hacer una transferencia de fondos, recoger el material y algunos obsequios
que me darían una huella más de inspiración a la continuidad de mi labor, y muy
sonriente me dirigí a mi habitación a dejar todo para ir a cenar. En el salón
comedor estaban mis amigos y hermanos de Manchester-Inglaterra, Roma-Italia,
USA, Singapur, Korea del Sur, Kazakhstan y otros países más. Una inmensa
sonrisa y enorme fraternidad entre todos por estar unidos, hermanados y con la
mente llena de buenos recuerdos. Al rato todos nos propusimos ir al descanso,
luego de tantas impresiones.
El
nuevo día empezó con un gran amanecer y un inmenso cielo azul muy despejado,
muchas sonrisas y un cálido desayuno. Ya en disposición, nos llevaron en
autobús a la entrada del museo de la familia Chen donde estuvimos en espera de
la organización. Al llegar nos ubicaron para entrar al recinto y contribuir con
el saludo respetuoso a los ancestros que nos han dejado este legado y, a
continuación, la gran foto unifamiliar. Ya hecho todo esto como parte
protocolar, nos llegó el mediodía en el que retornamos a nuestro sitio de
partida para prepararnos en la tarde (14:00) como evaluadores y observadores de
todo el Campeonato Élite de Chen Taiji de Chen Jiaguo, el cual tuvo una
duración de dos días intensivos.
Para
este campeonato habían 1.200 participantes inscritos y 800 de ellos estarían
presentes en los diferentes cursos que se darían a partir de que se terminara
el mismo. La competición mostró todas las características del Estilo Chen:
Ejecución de Manos libres, Espada, Sable, Guandao, Lanza, Bastón, Doble Espada
y Sable y Empuje de manos. Para finalizar hubo exhibición de parte de algunos
de los alumnos más aventajados del gran master como: Wang Hai Jun, Fu Nen Bin,
Chen Ton Sien, Zhan Dong Wu y otros. Fue un momento de gran interés poderles
ver en vivo y saber que tenemos la posibilidad de estar y entrenar junto a
ellos.
La
última gran exhibición fue a cargo de nuestro respetado maestro Chen Zheng Lei.
Impresionante verle demostrar tanta gentileza y maestría de movimiento. Cada
expresión suya es digna de aplausos, su fajín es muy suave, sutil y, a la vez,
es como la imagen y cualidad del viento, suave y penetrante.
Después
de tantas emociones por las actividades y actuaciones anteriores tocaba
respirarlo todo.
Llega
el amanecer y con él un encuentro con una nueva luz. Un inicio de clases para
los Bai zi, Discípulos, del gran master Chen Zheng Lei. Reunidos todos en un
gran pabellón, temprano en esa mañana, donde nos mirábamos haciéndonos
preguntas y recordando disimuladamente nuestros movimientos. Otros caminaban y
se frotaban las manos de la incertidumbre que vivían. Luego de unos minutos
aparecieron nuestros maestros y guías del entrenamiento que eran 5 maestros
ayudantes del gran maestro Chen Zheng Lei. Cada día daban el calentamiento
general al cual el gran maestro se unía a nosotros a hacerlo también. Cuando
terminaba esta primera parte, para entrar en calor, hacíamos las estructuras:
Laojia Yilu, Xinjia Yilu y Xinjia Er Lu. Al terminar esta fase nos íbamos a
hidratar nuestras emociones, pensamientos y cuerpo. Retomando la actividad,
tomaba el espacio el maestro Chen, nosotros nos sentábamos para escuchar sus
comentarios, y decía: DEBEMOS ENTENDER ALGO SOBRE EL PROGRESO PERSONAL...El maestro es un apoyo, un guía, una parte
fundamental para crear la base y, sobre esa base, estimular el crecimiento
personal, cultural, social y espiritual. El maestro te propondrá vías y caminos
hacia donde puedas marchar, pero el estudiante deberá disponer el cómo iniciar
sus propósitos de crecimiento. Saber cómo llegar a tu esencia. Siempre
hablamos de ENERGIA pero nos movemos incorrectamente, pensamos en la cordura y
no saciamos nuestro equilibrio. ¿Hacia dónde caminaremos en este sendero?
El
maestro Chen Zheng Lei, contó que su hermano, Chen Xiao Wang, se le acercó un
día y le comentó lo siguiente: “he llevado a algunos alumnos a un encuentro de
Taichi y Tuishou, y decidí hacerlo puesto que me preguntaban que si era posible
y al ver tanta necesidad de mostrarse a otros. Al final de la competición, uno
de ellos, quien mostraba más atrevimiento y petulancia, no tuvo el éxito que
esperaba y empezó a decirles a todos que su Shifu no le había enseñado bien.”
Entonces, el maestro Chen Xiao Wang dijo, que difícil es ser profesor…… lo das
todo por un grupo de personas-alumnos, para que ellos comprendan el buen hacer
del camino hacia donde la vida misma nos conduce…
Nuestro
gran maestro Chen Zheng Lei, cada día en la mañana y al reiniciar en la tarde y
previo al calentamiento, nos hacía leer unas páginas del libro DI ZI GUI, “EL
MEJOR ALUMNO”. Libro que se hizo muy importante en la antigua China, pues
contiene escritos extraídos de las Analectas
de Confucio. Este libro es imprescindible tenerlo y ponerlo en práctica en cada
momento. Los estudiantes deben encomendar sus tareas a la buena disposición
moral, cultural y social para ejercitar el buen ejemplo a nuestra sociedad, y
de eso se trata. Nuestro entrenamiento pasa por distintos modelos en los cuales
debemos atender como discípulos y personas de juicio. Hemos entrenado las
estructuras de la familia CHEN, su Empuje de manos, diferentes paradigmas del
entrenamiento y percepciones de las que cada uno se revitalizaba por recomponer
su estatus personal y humano. Cada día era una prueba interesante donde se
mostraba el ego, la ambición y, en otros, la pura concepción de la realidad
binaria, la ruta del equilibrio. Finalmente reímos, nos miramos y escuchamos
abriendo más nuestros orificios para que se inundasen de un nuevo manjar, por
saber más del ser y estar.
Llego
nuestro último día de despedida, entrenamos con el maestro, hicimos una buena
práctica variada y nos nutrimos de buenos augurios de su parte y luego nos
dirigieron a otro lugar, un espacio en donde tuvimos un gran almuerzo, un gran
e inmenso salón de actos donde solemos congregarnos cada vez que se hace una
convocatoria de este calibre. Fue la oportunidad de hablarnos, comer y
enzarzarnos en nutridas y agradables conversaciones, brindar con la Shimu,
mujer del maestro, el gran maestro Chen y los alumnos más aventajados.
Nos
despedimos con las ansias de que nuestro próximo encuentro y que no tengamos
que esperar tanto para poder vernos y disfrutar de una hermandad tan sin igual
como la vivida ahora. Y el tiempo nos va diciendo y guiando hacia un buen y
esperanzado nuevo amanecer. Será hasta la próxima, cuando Chen Jiaguo vuelva a
ser nuestro sitio de reunión como asiduos investigadores en el arte del Chen
Taichi Chuan.
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