martes, 13 de diciembre de 2016

SECCIONES SEMANALES (Magazine No. 557)

TAI CHI EN EL PARQUE

ENCHUFADO AL MOMENTO PRESENTE (y Fin)

Un cuento Zen de ciencia ficción.


Por Marcela Thesz
Hay personas que no se quieren enchufar. Creen que no podrán vivir sin tiempo, sin emociones, sin pensamientos. Pero el enchufe no evita sentir, o pensar. El enchufe evita quedar atrapado por esos sentimientos y pensamientos. Uno los siente, uno piensa, pero está por detrás, deja pasar. Aquello que la mente no puede hacer sola, la onda electro-magnética hace: suelta y deja pasar.

La mayoría de las personas no enchufadas son aquellas que han sufrido un gran dolor, una pérdida, una vivencia fuerte que las marcó. Se sienten en falta al intentar dejar eso atrás por ello lo reviven una y otra vez. Los ladrones y otros delincuentes se aprovechan de los no enchufados, saben que son presa fácil. Los observan por un rato y logran notar cuando la mente del no enchufado se perdió en el tiempo. En ese momento son vulnerables, porque no saben lo que sucede en el momento presente. El ladrón, entonces, ataca.

(Cortesía de Ivonne Duhart)


MEDITACIÓN: EL ARTE DE RECORDAR QUIÉN ERES (Osho)


“Mucha gente cree que el sentimentalismo es espiritualidad. Las emociones son tan mentales como los pensamientos. Y lo que tú llamas corazón está tan en la cabeza como la propia cabeza.

Puedes sentirte emotivo con mucha facilidad.

Puedes llorar y sollozar con lágrimas grandes como perlas, pero nada espirituales.

Las lágrimas son tan físicas como cualquier otra cosa.

Los ojos son parte de tu cuerpo y las emociones son una molestia para la energía física.

Lloras y te lamentas, por supuesto que te sentirás relajado después de un buen llanto. Te sentirás aliviado. Las mujeres en todo el mundo lo saben.

Ellas saben muy bien que les ayuda.

Lloran y se lamentan y se sienten aliviadas. Es una catarsis, pero no hay nada de espiritual en ello. Aun así, la gente sigue confundiendo las cosas, sigue pensando que son espirituales las cosas que no lo son.”



HUMOR

HUMOR FILOSÓFICO: SCHOPI ...




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