DAR LUZ DESDE EL
INTERIOR (y Fin)
Por Marcela Thesz
Sigues respirando y desde adentro, te sigues iluminando.
Con cada respiración, la esfera de luz en tu cuerpo crece y concentra más y más
luz. ¿Puedes hacerla crecer para que ocupe más de ti? En tu siguiente
respiración la esfera crece hasta ocupar todo tu abdomen. Luego crece hasta
llegar a tus caderas y tú pecho, más aun, a tus rodillas y tus hombros, y más
aun, a tus pies y tu cabeza. Es posible, toda la energía de universo está
disponible para que esto suceda.
Cierra los ojos, ¿puedes verte? La esfera de luz sigue en
el centro de tu cuerpo y también te ocupa por completo y a la vez todo tu ser
está dentro de esta esfera de luz. Te iluminas e iluminas.
Solo cuando somos luz desde nuestro interior podemos dar
luz hacia el exterior. No hay otra forma.
No funciones hacia afuera. El único esfuerzo que debes
hacer es el necesario para mantener la luz en tu interior. Todo lo demás,
sucede solo.
(Colaboración de Ivonne
Duhart)

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