martes, 7 de junio de 2016

DEL DIARIO DE NANI María Margarita López (Magazine No. 535)



LA URBE DOLIENTE



El alma de Caracas está enferma. En su aire, la flauta del viejo amolador nunca sonó tan triste. La música incompleta de la que huyeron casi todas las notas dibuja la sonrisa de un payaso desdentado que cabalga el carro de los helados. El aullido feroz de las cornetas profiere insultos y maldiciones. De pronto una voz humana eleva un grito y quisiéramos taparnos los oídos para no oír lo que tal vez sea una petición de socorro que no podríamos atender ni derivar su urgencia hacia autoridades competentes, porque ellas no existen.

El cuerpo de Caracas se yergue con dificultad y se abre para mostrar sus llagas miserables en aceras y calles llenas de huecos y montones de basura, en paredes descascaradas, en  rejas y alambradas levantadas por el miedo. El fulgor de las luces pálidas y escasas rubrica el terror de la noche y la soledad de las calles caraqueñas.

Alma y cuerpo dolientes, la urbe que de sus habitantes no ha recibido amor, pareciera decirnos: "Inútiles han sido las prohibiciones de ensuciar las áreas públicas y de irrespetar los rayados que indican por dónde deben pasar los peatones y frenar su marcha los choferes; inútil la gentileza de los carteles con los nombres científicos y los de uso vulgar colocados al pie de cada uno de los árboles, para que aquellos a quienes la curiosidad del nombre detuviera, reflexionaran ante ese bello ser que sólo en un pequeño pedazo de tierra tiene todo lo que necesita para vivir y prosperar".

"Seres insensibles al dolor ajeno tocan cornetas ensordecedoras frente a hospitales y clínicas, molestando al enfermo leve, grave, o en trance de muerte. Las ordenanzas contra ruidos molestos podrían no existir pues no hay autoridades que les otorguen vigencia. Un expropiador vengativo, un tal farruco auspiciador de edificaciones que perturbarán la vida de varias generaciones, un alcalde enfermo de desenfrenos y odios y otros integrantes de la cleptocracia al mando, han destruido obras que me hacían sobresalir en  importantes ámbitos de la vida social, como el bello e indispensable Parque del Este y el Teatro Teresa Carreño, ayer escenario de presentaciones sublimes como las de I Musici y hoy espacio en donde sólo se escucha la coprolalia del resentimiento y el odio".

"Soy la ciudad capital con el mayor índice de criminalidad en el mundo y exhibo, como el resto del país, las consecuencias de una política económica desastrosa, inspirada en la ignorancia y la maldad de quienes la condujeron, acabando con la producción agrícola e industrial, robándose las divisas para importaciones y generando así la escasez, la inflación galopante, las humillantes colas, los saqueos, y finalmente la hambruna y el caos. El desamor que  me han dado, como una ola se ha devuelto y los golpea, pues ya no soy  la ciudad de la eterna primavera, soy un infierno en donde a menudo se ejecutan crímenes crudelísimos, soy el horror!, el horror!... Sólo ustedes mismos, con mucho esfuerzo y sacrificios, pueden cambiar mi realidad espantosa" 

María Margarita López
Mayo

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