martes, 17 de mayo de 2016

ARTÍCULOS (Magazine No. 532)

LA VERDADERA CONNOTACIÓN DE LOS TAOLU EN EL WUSHU TRADICIONAL






La grafía de Chuan () alude al acto de transmitir, pasar o difundir un conocimiento. El concepto de "tradición" conlleva justamente la responsabilidad de una adecuada extensión de las herencias recibidas por vía oral. En el deporte y en las tergiversadas versiones mercantiles el Wushu pierde el sentido de dicho término.

Una cuestión que se torna controvertida en el ámbito del Wushu (武術) es el tema de la incomprensión en los códigos de transmisión. La realización de grandes eventos donde se exhiben Taolu (formas clásicas de diversos estilos, 套路), aunados a las deformaciones deportivas y los combates basados en la visión Occidental, concluyen por transformar los fundamentos antiguos.

Es necesario que recordemos, que en 1926 el presidente Jiang Jieshi consolidó la creación de algunas asociaciones atléticas como el Nanjing Zhong Yang Guo Shu Guan (南京中央國術館 – Instituto Central de Guo Shu de Nanking), logrando aglutinar a muchos maestros. La política de rescate de las artes boxísticas propició la colaboración de muchos patriarcas y el término de Wushu fue modificado por el de Guo Shu (técnicas de la nación, 國術).

En esta época –matizada por el rescate de los valores combativos tras un período de guerras y divisiones políticas-, no solo se juzgaba el nivel de un preceptor por las demostraciones personales, si no también mediante la interacción entre los diversos estilos. Por lo tanto, la ejecución de las formas tradicionales fue valorada como una fidedigna exposición del pensamiento militar y un archivo de ingentes lecturas.

Ahora bien, ¿qué es en realidad un Taolu? ¿Cómo podemos conceptualizarlo desde la perspectiva tradicional?

La cultura china inscribió en los movimientos físicos un código de preservación de la ideología imperante durante notorias dinastías. De manera que las estructuras marciales no sólo consolidaban las bases dinámicas y directrices de un estilo, sino también contenían sus basamentos estratégicos y la efectividad técnica que sus maniobras permiten establecer. Es evidente, que cada Taolu posee diversos niveles de aplicabilidad y sutilidad de ejecución. Por lo tanto, si un estudiante aprende la manera de manipular estos elementos, ¿cómo es posible que degenere su movilidad y su veracidad combativa? ¿Qué necesidad tendría de refugiarse en otras artes marciales, teniendo en sus manos la raíz que dio paternidad a dichos sistemas?

Un buen estudioso del Wushu profundiza en sus raíces, y si estas se adentran en la ingeniosa creatividad humana, sus esfuerzos han de socavar las grandes obras de los viejos maestros. La diferencia entre el camino de un militar contemporáneo y un artista marcial de corte tradicionalista, se define en estas breves palabras: “un soldado se prepara exclusivamente para afrontar los niveles de una contienda dentro de la evolucionada tecnología de nuestra época, mientras que un especialista de kungfu crea –a través de una constante reorientación de la voluntad y un entrenamiento aguzado del cuerpo y la mente-, una conciencia capaz de trascender sus pasiones y dominar sus instintos”.

Las armas son extensiones de los brazos y contienen en su propia morfología la aplicabilidad que llevan intrínseca. Visto bajo esta perspectiva, podríamos asegurar que un maestro no es sólo aquel que domina un estilo, sino quien ha compenetrado su anatomía con la versatilidad de una cultura que supo explotar durante 5000 años de contiendas físicas, las más variadas y sofisticadas estrategias. Desechar estas enseñanzas sería tan absurdo como mirar una biblioteca y no leer en sus páginas el contenido que sus letras custodian.

Es algo incongruente que las modalidades como el Sanda (散打) trasluzcan aspectos del Judo (柔道), del Boxeo () o del Kickboxing (泰拳) y ausenten la verdadera movilidad del Wushu. Otro punto importante es la cuestión del Fa Jing (la explosión de Qi durante una ejecución, ). En este caso, el Taolu es una vía para instaurar un ritmo energético que nos permita acceder al control del Nei Qi (la energía interna desenvuelta desde las piernas que por medio del movimiento de la cintura se extiende hacia las extremidades del cuerpo, 內氣).

Como es un hecho que los pormenores históricos guardan el paso de las épocas, es necesario que ahondemos en campos tan vastos como lo son las ciencias médicas, la estrategia militar, la religión y la filosofía, si lo que pretendemos es despertar la lucidez del entendimiento y clarificar los aconteceres del pasado. En las artes marciales las falsedades son tan abundantes que llegan a perturbar seriamente la formación ética de muchas personas. Hay un proverbio chino que sentencia: “es fácil agrupar a 10.000 soldados, pero difícil encontrar a un buen general” ( 易得, 將難求). Si aplicamos esta frase a nuestro periplo de crecimiento, veremos que la imagen de un verdadero maestro se torna imprescindible. Si no hubiese tenido la asistencia directa del Shifu Wong Yi Man (黄宇文) tal vez no hubiera llegado a percibir ni siquiera un 10% de las erradas visiones que circundan actualmente en el mundo.

Un Taolu no es en ningún modo la muerte del arte marcial como tanto se ha dicho, es ante todo la puerta de entrada que permite adquirir la movilidad, el ritmo, la concatenación, el dominio de Gang () y Rou (), la explosividad del Fa Jin (發勁) y una sutil movilización del Qi que regenera la conciencia y la percepción interna del alumno. Tomar como modelo el criterio de Bruce Lee en este sentido, es perder la raíz de una cultura que lo sobrepasó en tiempo y espacio. Con todo el respeto que merece su figura y la idolatría que muchos le profesan, debemos confesar sin pudor alguno que su propia biografía demarca el sentido de su indetenible ansiedad de información. Sus conocimientos de Wushu apenas se sujetaban a las simientes del Wingchun (詠春拳) e incluso sus búsquedas en suelo americano lo llevan a insertar otras modalidades de combate devenidas de Japón e Indonesia. Si bien sus habilidades histriónicas eran inigualables y sus capacidades marciales significativas, en ningún modo podemos tomar su criterio como una fuente de referencia de profunda trascendencia. Bruce Lee no tuvo la posibilidad de ahondar en las joyas de su civilización ni el contexto existencial para nutrir sus incesantes e inacabadas aseveraciones. Por lo tanto, su opinión queda en el plano de su estudio personal y se contrapone contra los principios expuestos durante milenios por generales y maestros de gran envergadura.

Es un hecho plausible que nadie combate haciendo un Taolu (套路), pero si no conoce las matrices de un estilo tampoco podrá dar rienda suelta a su libertad de expresión, la cual tampoco es una reyerta callejera y mucho menos una pelea de kickboxing. El problema no radica en las estructuraciones, si no en los moldes de quien imparte su ejercitación. ¿Hasta dónde conoce lo que realiza? Esta es la pregunta clave que debemos hacernos.

Un niño camina y finalmente corre sin tener que pensar en cómo intercambia el peso anatómico sobre las articulaciones de sus pies, pero no hubiese llegado a esa inconsciente exteriorización fisiológica si antes no experimentase la etapa de aprendizaje locomotor que todo infante nos muestra. Metafóricamente podemos asegurar que la adolescencia en el Wushu y la adultez de la maestría es un producto de factores condicionados por la validación de los errores, la repetición de las cosas sencillas y la constante fricción con los contrastes de la vida.

Mientras no comprendamos que el atlas de un gran conocimiento nos ha sido entregado sobre la base del movimiento y la comprensión biomecánica, nunca llegaremos a leer la gramática de un mensaje que yace cifrado en nuestros cuerpos.

Con toda la pasión que me caracteriza entrego estas deliberaciones a las generaciones de estudiosos que me anteceden y a aquellos que decididamente inician el camino de la sabiduría.

Copyright © - Shifu Tony Rey García
Viena 30 de abril - 2016


(Cortesía de Atilio Fini)

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